Matheus Saroli, uno de los hijos que dejó el entrenador del Chapecoense fallecido en el siniestro aéreo, fue una de las cuatro personas que finalmente no viajaron por distintas razones.
En su caso, un olvido del pasaporte, detalle que reveló en su cuenta de Facebook, hizo que a última hora desistiera de ir. Hay versiones que también apuntan a un vencimiento de este documento, indispensable para viajar. No obstante, aún no es confirmada, ni corroborada por él mismo en las pocas intervenciones que ha tenido ante los medios.
El joven recordó ese último instante que se cruzó con su padre, Caio Júnior, en el hotel de Sao Paulo. “Me dio un abrazo a mí y a mi hermano. Luego dijo adiós”. También confesó que en ese instante sintió que fue una despedida diferente a las anteriores.
Una sensación incómoda de la cual ahora hace eco, en medio de una tragedia y sumido en una tristeza profunda por el fallecimiento de un “ídolo”, como él mismo dice cada vez que se refiere al entrenador.
“Era un ídolo, siempre dio lo mejor para todos. Para mí, para mi hermano, para mi madre”, confesó el joven, quien ahora está dispuesto a honrar el nombre de su padre en cualquier actividad que realice. No quiere que el paso del tiempo borre la leyenda de su héroe.
“Intentaré dar el máximo en todo y honrar su nombre. Que sea siempre recordado”, confesó.
