Aunque su equipo venía de dejar atrás una sequía de cuatro partidos sin ganar con una goleada inapelable al Betis, la rueda de prensa de Zinedine Zidane previa al partido de mañana entre el Real Madrid y el Legia de Varsovia se centró en unas palabras que venían desde muy lejos y con un remitente inesperado. "Benzema no es un ejemplo de moralidad", aseguraba Francoise Hollande, presidente de Francia, en un extracto de un libro publicado por dos periodistas del diario Le Monde y que se difundió ayer. "Sí, son desafortunadas", aseguró con rotundidad Zidane, en una respuesta que salió de su boca con mucha más rapidez de la habitual.
¿Entiende que el jugador esté molesto?, le preguntaron. "Todas las cosas que se hablan sobre un jugador o los futbolistas en general molestan. En tu trabajo te pueden criticar pero no te pueden decir cosas raras. Es normal que moleste al jugador", continuó Zidane.
A pesar de que mientras pronunciaba estas palabras su semblante mostraba un rostro verdaderamente contrariado, esa risita tan habitual asomó poco después cuando se le sugirió una posible reunión con el mandatario francés para tratrar de frenar este tipo de declaraciones. "Hablar con él va a ser difícil porque tiene mucho trabajo y yo también. Tenemos un partido mañana y Karim también", bromeó el francés, que no quiso ahondar en su parecer sobre algunas de las otras frases filtradas como: "Deberían entrenar menos y dar a algunos lecciones para fortalecer los músculos de su cerebro". "Cada uno puede opinar, a lo mejor más un político, pero no comparto muchas palabras de algunos y ya está. De todas formas, todo esto no lo voy a cambiar yo", concluyó.
Más centrado en el partido ante el Legia, Zidane quiso alejarse de la creencia de que la diferencia de calidad entre ambos equipos provocará una nueva goleada. "Si jugamos la misma competición es que estamos al mismo nivel. El partido será un 50-50 y tendremos que empezarlo muy bien y complicárselo desde el principio. Si hay diferencia hay que demostrarla", advirtió. La nota positiva de la jornada resultó la incorporación al grupo de James Rodríguez, que se entrenó con normalidad junto al resto de sus compañeros. "James está bien. Es el primer entrenamiento que realiza con el equipo al completo y no tiene molestias y está físicamente recuperado. Además se ha quedado al final tirando faltas", comentó el técnico francés, que quiso quitarle peso a la llegada de los 300 ultras del Legia de Varsovia. "Estoy seguro de que el partido se va a jugar con la normalidad necesaria", conluyó.