La AFA clausuró recientemente una cancha de fútbol que, pese a sus trazos notoriamente torcidos, ha estado habilitada durante treinta años. El estadio de Liniers, equipo que disputa la Primera D, ha sido una de las burlas más conocidas de la plataforma de búsquedas Google Maps.
A pesar de las notorias fallas que se aprecian hasta ahora en Google Maps, seguidores de Liniers apuntan que la medida solo refleja un hostigamiento político de la AFA con su institución. La AFA sostiene que la medida se debe a falta de encuadre.
El club de Bermejo (San Justo) ha tenido que remodelar su recinto para cumplir con las normas de la AFA y poder jugar como local. Compartió en sus redes sociales el trabajo que se viene realizando actualmente en el campo.
"Cuando en los comienzos de la década del 80 Julio Grondona advirtió a los clubes que no tenían estadio propio que se venía la desafiliación, uno de los pocos en tomar seriamente el mensaje fue Liniers, que inmediatamente y con gran esfuerzo logró adquirirle al Estado Nacional las 7 hectáreas y media que ostenta en Villegas. Liniers inauguró el Juan Antonio Arias en 1987 militando en la C. Pasaron casi 30 años. Han jugado infinidad de clubes del ascenso en ella y muchos de primera la han alquilado para sus inferiores. La estructura original del campo de juego se mantuvo por los años, y hasta fue motivo de alguna risueña conjetura: la cancha parece un trapecio” dice un comunicado del sitio Liniers en Ascenso que fue compartido por el club.
Ubicado en el partido de La Matanza, a unos 30 kilómetros de la capital argentina, el estadio Juan Antonio Arias --el de la cancha torcida, según Google Maps revela-- es la sede de un humilde club de fútbol que entrena a 400 chicos, desde categorías inferiores hasta futbolistas profesionales, y es también una salida para muchos jóvenes de las zonas paupérrimas que rodean el club.
Desde hace más de 30 años, los rivales del Liniers acuden al estadio que se ha vuelto noticia en Google Maps con cierto temor porque la estructural trapezoidal del campo genera confusiones a los futbolistas: "Los arqueros cuando toman referencia con el arco de enfrente, se encuentran con que su primer palo no coincide con el de la portería contraria", comenta divertido Oscar Aguirre, entrenador del primer equipo.
En una entrevista con Efe, el técnico, que lleva en el equipo más de 15 años, relata las estrategias que ha adaptado a la peculiar disposición del terreno de juego, que se ve en Google Maps y que cambian la forma de atacar, defender y presionar.
"Si atacamos hacia este arco -señala una de las porterías-, nuestros lanzamientos tienen que venir de izquierda a derecha porque este sector del campo es mucho más ancho que aquel; y en aquel lado es al revés", explica antes de lamentar que con el cambio, el club va a perder una característica que lo ha convertido en "legendario".
Los contrarios sufren especialmente en las jugadas a balón parado: "Se han metido muchos goles olímpicos -ejecutados directamente desde el saque de esquina-", relata.
El horizonte de la cancha se ha llenado en los últimos días de bloques de tierra y excavadoras que tratan de enderezar 30 años de historia de este club barrial. Mientras, los hinchas y los miembros de la directiva esperan sentados en las desvencijadas gradas a que vuelva a rodar el balón, esta vez, sobre una cancha rectangular.