El argentino ratifica que después del Barca le gustaría jugar con Newell's
Después de una operación por rompimiento del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda en setiembre, el argentino Lionel Messi del Barcelona a los 28 años tiene su mejor arranque de gol este año y ya lleva anotados 24 goles. En el 2012 marcó 91 en una sola temporada y dejar atrás el récord mundial de los 86 del alemán Muller en 1972.
“Los que aman el fútbol le disfrutan hace años, por su capacidad de transformar la vida normal en arte. Yo le he sufrido como entrenador”, sentenció el miércoles por la noche Arsène Wenger, entrenador del Arsenal, después de que Leo Messi y el Barcelona eliminaran a su equipo de la Champions League. No parece haber manera de frenarle, empeñado en seguir haciendo lo de siempre, jugar y hacer jugar, marcar y marcar goles, ganar y ganar, partidos y títulos, más y mejor que nunca.
“¿Qué 100 goles?”, le respondió Messi a Gerard Piqué, cuando el central, en una de sus conexiones en Periscope, le preguntó a la Pulga por la marca del trío goleador azulgrana. El interés del rosarino por los récords es relativo y, cada vez que puede y comparece en público, recuerda: “No pienso en ser el mejor jugador de la historia. Le agradezco a la gente que lo diga y me pone contento, pero nada más. Yo disfruto con el día a día en el fútbol”, razona el 10. Y remata: “Me hace feliz lo que conseguí, pero no me conformo con lo que tengo”.
Quizás ese inconformismo explique que, tras alzar su quinto Balón de Oro en Zurich el día 11 de enero pasado y después de superar la lesión más difícil de su carrera (se rompió el ligamento colateral de la rodilla izquierda en septiembre), Messi, a sus 28 años, comenzara el año a golpe de goles, con registros inéditos incluso para él, un auténtico devorador de marcas.
Messi suma 24 tantos en 2016, en el que es su mejor inicio goleador en un año natural. Estadística superior, incluso, a la que acumulaba en marzo de 2012 (22) cuando con sus 91 goles borró el récord del mítico Gerd Müller (86).
Pero a Messi se le sumaron Neymar y Luis Suárez y aunque el argentino insista en que se atienda a la colaboración de toda la plantilla —“el mérito es grupal, incluidos los que entrenan mucho y juegan poco”, se le escucha decir— entre los tres ya suman 106 goles. El curso pasado lo finalizaron con 122, cifra que los consolidó como uno de los mejores tríos de ataque de la historia y no puede negar que suman dentro y fuera de la cancha.
“Es cierto que entre los tres tenemos una muy buena relación, pero no solo entre nosotros, sino todo el vestuario. Este grupo tiene la mentalidad de querer superarse. Aquí hay gente que lo ganó todo y, sin embargo, siguen jugando y entrenando como si no hubiesen ganado nada”, sostiene.
El Barcelona acumula 38 partidos sin perder y tiene el triplete a tiro; cifras, en cualquier caso, que no distraen al vestuario azulgrana. Y mucho menos al 10. “Vamos a intentar conseguir todo como lo hacemos cada año. Esos son nuestros objetivos”, insiste, sin querer dar la Liga por ganada. “No descartamos a nadie. Solo pensamos en nosotros. Todo depende del Barça, pero todavía no conseguimos nada”.
Lunar con Argentina
A pesar de sus 26 trofeos con el Barcelona, a Messi todavía se le atragantan las copas con la Albiceleste. “Es obvio que todavía me duele la final del Mundial y la de la Copa América”, dice el rosarino. La selección argentina tendrá su revancha en la Copa América Centenario, que se celebrará en Estados Unidos en junio, para la que ya tiene pasaje. Dicen que no está obsesionado con darle un título a Argentina, pese a que hasta ahora sólo alcanzó con la selección trofeos en las inferiores y el de los Juegos de Pequín, en el 2008.
A punto de inaugurar un restaurante en el corazón de Barcelona, disfruta de las primeras patadas al balón de su hijo Thiago —“le pega con la derecha”, cuentan los amigos— mientras asume con naturalidad su hábito de superar un récord tras otro con el Barcelona, camino como está del segundo triplete consecutivo, a falta de dos goles para sumar 500 con el Barcelona.
“Lo que le pasa a Leo es que disfruta y es humilde. Y como lo pasa bien y no se cree mejor que nadie, por mucho que haya ganado, sigue jugando como juega y hace lo que hace”, justificaba ayer por la mañana el ex jugador del Barcelona, en la época del Dream team, Hristo Stoichkov, que asistió el miércoles a la victoria del Barcelona contra el Arsenal y celebró, como lo hacen todos los aficionados barcelonistas, que el hambre de Messi no parece tener fin.
CERRAR CAREERA EN ARGENTINA CON NEWELL'S
El argentino Lionel Messi, delantero del Barcelona, restó importancia a los 38 partidos que el equipo azulgrana acumula como invicto y ha insistido en que este tipo de marcas "si no se consiguen títulos, no sirven para nada".
Durante la presentación del acuerdo entre Messi y la empresa china Huawei, el delantero del Barcelona ha recalcado que en el seno del equipo, estos récord no importan. "Nunca pensamos en eso", declaró.
En cuanto a la posibilidad de acabar su carrera deportiva en su país, el argentino ha dicho que desconoce si finalmente esto ocurrirá.
"Me encantaría jugar el día de mañana en Argentina y en Newell's, pero no sé si esto pasará o cuándo sucederá. Todavía tienen que pasar unos cuantos años. Pero el deseo de hacerlo está", dijo Messi, quien en todo caso ha añadido que si así ocurriera, su equipo siempre es Newell's Old Boys de su ciudad natal de Rosario.
Comentó también que "la buena relación entre los componentes del tridente, pero también del vestuario al completo" convierten al Barcelona en "un equipo especial", como lo demostró anoche con el pase a los cuartos de final de la Champions League tras eliminar al Arsenal (3-1 en la vuelta, 0-2 en la vuelta: 5-1 en el total).
"Es la humildad con la que se hace el trabajo cada día, la mentalidad de superarse, de lograr cosas, teniendo en cuenta que es gente que lo ha ganado todo y parece que no ha ganado nada. Es la grandeza del grupo, las ganas de seguir ganando", dijo cuando le preguntaron sobre el secreto del equipo azulgrana.
No está de acuerdo con la afirmación del técnico del Arsenal, Arséne Wenger, quien tras la derrota de su equipo anoche aseguró que el tridente del Barcelona transforma la normalidad en arte.
"No creo que sea así y que el Barcelona dependa (exclusivamente) de los tres de arriba, porque es mucho más que tres jugadores. El Barcelona tiene jugadores impresionantes. Nosotros intentamos ayudar, pero el equipo no depende de nosotros", ha añadido.
En cuanto a la posibilidad de repetir el triplete (Liga, Copa y Champions) conseguido el ejercicio pasado, el argentino aseguró que el objetivo del equipo a principios de temporada siempre es "ganarlo todo".
"En la Liga no descartamos a nadie. Dependemos de nosotros, cada vez quedan menos partidos. Cada vez lo tenemos más cerquita, pero aún no hemos logrado nada. Vamos a intentar conseguirlo todos, ese es nuestro objetivo", ha insistido.
También ha hablado Messi sobre los retos con la selección argentina, los partidos de clasificación y la Copa América del Centenario que se disputará el próximo verano.
"La Copa América es una buena oportunidad, después de estar tan cerquita en las dos ocasiones últimas del triunfo", destacó Messi, quien ha recalcó que su objetivo siempre es "ganar todo" lo que juega.
Ha asegurado Messi que nunca piensa ser el mejor jugador de la historia. "Siempre agradezco lo que dicen de mi. Mi idea es disfrutar cada día de lo que hago", insistió.
Fuente: Diario El País