En Argentina, mientras el equipo de River Plate no lograba sacar la victoria ante Huracán y se jugaban 38 minutos del segundo tiempo, se abrieron los grifos de agua del estadio Monumental, obligando al árbitro central a parar unos minutos el partido.
La insólita situación provocó el fastidio del técnico Marcelo Gallardo, quien insultó por lo ocurrido justo en un momento en que sus dirigidos buscaban el gol de la victoria.
Personal de River logró resolver el inconveniente y el partido se reanudó.
Sin embargo, Laverni sólo descontó cuatro minutos cuando se cumplieron los 45.
Al final el compromiso terminó 1-1.