El técnico del Real Madrid, Rafa Benítez, espera que los temas de David De Gea, Iker Casillas y Sergio Ramos se resuelvan de aquí al próximo 11 de julio, fecha en que el equipo merengue tiene programada la salida rumbo a Australia como parte de la pretemporada.
En lo que se refiere a los porteros, tanto el club blanco como Casillas saben que si los acontecimientos se desarrollan según el guión previsto, Iker no continuará la próxima temporada en el Real Madrid, el club de su vida.
Y llegará De Gea. El Madrid ya se ha hecho a la idea de que no le va a quedar más remedio que subir su oferta inicial de 20 millones más objetivos a una cifra que en ningún caso bajará de los 30 millones por el guardameta del Manchester United.
En el asunto Ramos-Real Madrid, ambas partes coinciden en que el conflicto hay que arreglarlo en 15 días, antes de que partan de gira.
Serán 21 días de trabajo en Melbourne y China y no sería bueno que los primeros entrenamientos estuvieran rodeados de un clima extraño por culpa de la renovación y de las acusaciones que se han lanzado desde las dos partes.
La pretemporada estará llena también de los típicos actos en los que Florentino comparece junto a sus jugadores, por lo que se va a intentar desde el club que la relación esté lo más normalizada posible, ya que las imágenes del Madrid en sus eventos con los patrocinadores suelen dar la vuelta al mundo.
También son conscientes ambas partes de que la presión mediática, si en la gira siguen los tambores de guerra, puede ser asfixiante. Se quieren evitar malinterpretaciones en los gestos de unos y otros y rumores sobre ofertas del Manchester United u otros clubes.
“Lo que tenga que pasar, que pase ya”, es la moraleja que manejan Ramos y el club. Por el bien propio, el del Real Madrid y el de Rafa Benítez, que no quiere empezar su aventura al frente del Real Madrid lidiando en un conflicto entre el presidente y el capitán del equipo. El técnico sólo quiere entrenar... en paz. Y con Sergio Ramos, claro.
Fuente: Diario Marca
