Para ese partido está duda Ángel Di María, quien el miércoles no pudo terminar el duelo con los polacos -fue reemplazado a los 13 del complemento por Leandro Paredes- porque sufrió una contractura en el muslo de su pierna izquierda.
Este jueves por la mañana fue sometido a una ecografía, que llevó tranquilidad al evidenciar que no hay ruptura fibrilar, algo que lo hubiera sacado de lo que resta del torneo.
El Fideo, de 34 años y quien está jugando su cuarta Copa del Mundo, es una pieza clave del equipo de Lionel Scaloni y será esperado hasta último momento, aunque no lo arriesgarán si no lo ven en condiciones. Si bien hay optimismo por él, es un problema que para el choque de octavos solo resten un poco más de 48 horas.