Un recio defensor costarricense de los años sesenta y setenta, Plutarco Arias en Ramonense y Herediano, se convirtió en el sostén e impulsado para que Rafael Arias se lanzara tras su sueño de ser médico, lo cual lo llevó a una intensa lucha por haberse casado joven. Era mecánico, quería ser galeno y para conseguirlo hasta tuvo que ser taxista. Hoy encabeza la gestión del Santos, que pese a sus grandes dificultades económicas destaca en nuestro país y es semifinalista de Concacaf.
Arias de 56 años, ha estado al en la junta directiva del equipo durante todos los años que ha estado en la Primera División. Con sus proyectos, busca sacar de los problemas a un sector de los jóvenes y hacerlos progresar.
“No sé hasta cuándo estaré con el equipo. Yo soy médico por convicción, entonces me doy cuenta que soy un plan de Dios”, dijo a www.everardoherrera.com.
Arias es oriundo de Grecia, formado como mecánico de precisión (graduado en el INA). Además ha trabajado como fontanero y repartidor de leche.
“Un día un hermano mío me dijo –usted debe estudiar, no quedarse como obrero-. Mi hermano me ayudó, al que le dicen Plutarco, yo me debo a él”, explicó.
El actual dirigente de fútbol se casó a los 18 años y tomó la decisión de estudiar medicina en la UACA.
“Yo me gradué en 1993 y hubo quien dijo en mi familia que yo me había descontrolado de la cabeza… Estando en la universidad, manejé taxi hasta el tercer año y mi hermano me ayudaba. Luego me gradué cuando mi hija se graduó de sexto grado. Luego me vine a trabajar a la zona atlántica y no me moví”
“A raíz de lo que pasaba en la zona, yo me di cuenta de ayudar por medio del deporte… En este caso el fútbol es parte de la educación y es parte de la filosofía que he llevado”, relató.
El último gran proyecto de Arias ha sido la creación de la Academia Santos de Guápiles, que busca crear buenos futbolistas pero además formarlos como personas.
Su historia continúa escribiéndose…