El equipo de Escorpiones viene siendo uno de los clubes protagonistas en las últimas temporadas de la Liga de Ascenso.
Andrés Arias ha estado muy cerca de este proyecto, primero como entrenador y actualmente enfocado en la dirección deportiva.
El entrenador es el argentino Cristian Salomón.
Arias nos compartió la filosofía del club y los planes en el corto y mediano plazo.
FILOSOFÍA DE ESCORPIONES
Introducción
En Escorpiones, concebimos el fútbol como una expresión colectiva, táctica y emocional que trasciende el simple acto de competir. Nuestra propuesta no se limita a ganar partidos; se trata de dominar, someter y construir partidos desde una idea clara y valiente. Creemos en un fútbol que se apoya en la posesión como herramienta de control, en la agresividad como actitud permanente y en la educación como reflejo de nuestros valores.
El balón es nuestro principal argumento. Todo parte de él, todo se construye a partir de su tenencia y todo se resuelve desde su control. No entendemos el juego sin la pelota, y no concebimos cederla sin una clara intención estratégica. Como organización, hemos decidido asumir la responsabilidad de ser protagonistas en cada escenario, en cada contexto y ante cualquier rival.
Nos inspiran las ideas que elevaron el fútbol a su máxima expresión estética y conceptual.
Este documento recoge y define la puesta en escena que perseguimos, la manera en que entendemos el fútbol y lo que esperamos de quienes forman parte de nuestra institución. Es una declaración de principios que guiará nuestro día a día, nuestros entrenamientos y nuestras decisiones en competencia.
Aquí no se juega por impulso. Aquí se juega bajo una idea.
2. Principios Fundamentales
El modelo de juego de Escorpiones se sostiene sobre una serie de principios innegociables que definen nuestra manera de interpretar el fútbol. Estos principios no son modas ni respuestas circunstanciales; son convicciones que determinan cómo entrenamos, cómo
competimos y cómo educamos a nuestros futbolistas.
Dominio a través del balón
En Escorpiones, el balón es el origen y el destino de nuestro juego. Buscamos tenerlo el
mayor tiempo posible, no como un fin en sí mismo, sino como el medio para controlar todos
los aspectos del partido. Tener el balón nos permite condicionar al rival, imponer nuestros
ritmos y minimizar los escenarios de riesgo.
No especulamos. No entregamos la pelota. Nos preparamos para jugar desde cualquier zona del campo, desde la salida en corto hasta la construcción en campo rival. Entendemos que la posesión exige valentía, técnica depurada y una estructura colectiva que sostenga cada pase y cada movimiento.
Agresividad ofensiva con responsabilidad posicional
La agresividad forma parte esencial de nuestro carácter competitivo. Somos un equipo que ataca con determinación, que busca permanentemente el arco rival y que intenta someter al adversario mediante ataques continuos y controlados. Sin embargo, esta agresividad está sostenida por una organización táctica sólida.
No confundimos atacar con desorden. Nuestra agresividad se manifiesta en la ocupación racional de espacios, en la búsqueda constante de superioridades y en la velocidad con la que intentamos progresar con balón. Al perderlo, nuestra reacción es inmediata, intensa y colectiva.
La educación como actitud innegociable
El futbolista de Escorpiones debe jugar y comportarse con educación, con elegancia. Esto no significa jugar lento ni adornarse en exceso, sino ejecutar con calidad, con técnica, con respeto al juego y al rival. Evitamos la simulación, las protestas exageradas, la pérdida
deliberada de tiempo y cualquier conducta antideportiva.
Ser elegante es responder con carácter y fútbol, no con gestos vacíos. Buscamos jugadores que entiendan que la elegancia también está en la actitud, en la manera de encarar las adversidades y en la predisposición permanente al esfuerzo.
Valores inquebrantables
Nuestro modelo de juego se construye sobre valores que jamás se negocian. El respeto,la constancia, la honestidad, el compromiso, el trabajo en equipo y la humildad son pilares que sustentan nuestra identidad. En Escorpiones no se tolera la falta de esfuerzo, la indisciplina ni
la falta de respeto al compañero, al rival o al juego mismo.
Ganar no justifica cualquier medio. La forma importa, y nuestros valores nos guían en cada decisión, dentro y fuera del campo.
3. El Juego que Buscamos
El fútbol que proponemos en Escorpiones no admite dudas ni concesiones. Buscamos ser un equipo grande, dominante, protagonista. Queremos que cada partido se juegue bajo nuestros términos, que cada rival se vea obligado a adaptarse a nuestra idea y que el balón sea siempre el eje de esa superioridad.
Para lograrlo, estructuramos nuestro juego bajo una serie de principios operativos que dan forma a esa identidad innegociable.
Construcción desde atrás
Nuestra salida inicia desde los centrales y el portero, asumiendo riesgos controlados con tal de mantener la posesión. Entendemos que empezar desde atrás permite atraer rivales, generar espacios en zonas medias y condicionar la estructura defensiva rival. No se juega largo por comodidad ni se divide el balón por temor.
Los futbolistas deben tener criterio, personalidad y capacidad técnica para ejecutar esta fase. Los laterales se posicionan como opciones de amplitud controlada, los medios se ofrecen constantemente y los delanteros colaboran en la generación de espacios y líneas de pase.
Atracción y superación de líneas rivales
Buscamos atraer al rival hacia zonas donde podamos superarlo. Esto se logra con paciencia, circulación segura y cambios de ritmo bien ejecutados. Nuestro juego se basa en pases cortos y medios que desgasten mental y físicamente al rival, obligándolo a elegir entre presionar y dejar espacios, o replegarse y ceder iniciativa.
Una vez atraído el rival, buscamos superarlo mediante combinaciones rápidas, juego entre líneas y desmarques de ruptura. El objetivo es constantemente dejar jugadores nuestros libres en zonas ventajosas.
Control total de los ritmos del partido
Ser dominantes implica decidir cuándo se acelera, cuándo se pausa y cuándo se cambia el sentido del juego. No nos dejamos llevar por el ritmo del rival ni por el estado emocional del partido. Somos dueños de los momentos y administradores de la posesión.
Esa capacidad de controlar los tiempos nos permite gestionar ventajas, desgastar rivales y decidir en qué zonas se juega el partido. El fútbol que proponemos no es pasivo, sino inteligente y consciente de cada contexto.
Agresión tras pérdida
Una de las características que más definen a Escorpiones es la agresividad inmediata tras la pérdida. Al perder el balón, la reacción es colectiva, intensa y organizada. Buscamos recuperar en campo rival, evitar transiciones del adversario y volver a instalar nuestro juego. No se permiten desentendimientos ni jugadores que desconecten tras perder el balón.
Todos tienen la obligación de presionar, cerrar líneas de pase y ocupar espacios que limiten las opciones del rival. La agresión tras pérdida es un reflejo de nuestra actitud competitiva y una herramienta indispensable para mantener la posesión.
4. Posesión y Posiciones
En Escorpiones, entendemos que la posesión no es solo un dato estadístico, sino una herramienta de control y sometimiento. La forma en que gestionamos el balón refleja nuestra cultura de equipo y nuestra intención de juego. Tener la pelota significa tener el poder de decidir cómo, cuándo y dónde se juega.
Ahora bien, dentro de esta idea hay un principio que rige todas nuestras acciones:
arriesgamos posiciones, jamás la posesión.
Arriesgamos posiciones, nunca la posesión
Asumimos riesgos en cuanto a la disposición de nuestros jugadores en el campo. Buscamos ocupar zonas avanzadas, posicionarnos en campo rival con muchos futbolistas, dejar espacios a nuestras espaldas cuando sea necesario para mantener la presión alta y sostener la posesión en zonas de riesgo.
Sin embargo, esos riesgos posicionales se equilibran con la responsabilidad absoluta de no entregar el balón. La posesión es sagrada y se defiende con actitud, concentración y técnica. No toleramos pases por compromiso ni balones divididos sin propósito. Cada pase debe tener intención, utilidad y sentido dentro de nuestro modelo.
Arriesgar posiciones nos permite fijar al rival, provocar errores y generar superioridades en zonas de ataque. Pero siempre bajo la premisa de conservar el balón.
El valor del pase seguro, útil y con intención
En Escorpiones, no hay pases innecesarios. Todo pase cumple una función táctica: progresar, conservar o atraer. El pase seguro no es el pase hacia atrás o al compañero más cercano por miedo, sino aquel que permite mantener la posesión y preparar la siguiente acción con ventaja.
El futbolista debe tener la capacidad de identificar cuándo conservar, cuándo progresar y
cuándo cambiar el sentido del juego. La toma de decisiones en cada pase define nuestra
eficacia y la calidad de nuestra posesión.
La superioridad posicional y numérica como meta constante
El objetivo permanente de nuestro juego de posesión es generar superioridades. Ya sea
numéricas (más jugadores en una zona que el rival), posicionales (mejor ubicados que los
adversarios) o cualitativas (enfrentamientos favorables por perfil técnico o físico).
Para lograrlo, exigimos a nuestros jugadores leer el juego, ocupar espacios con inteligencia y moverse en función del balón y el compañero. La posesión no es estática; se construye desde la movilidad permanente y la capacidad colectiva de desorganizar al rival.
Controlar el balón sin generar ventajas no tiene sentido. Nuestra posesión siempre debe tener un propósito ofensivo y estratégico.
5. El Jugador Escorpión
El fútbol que proponemos en Escorpiones exige un perfil de futbolista muy específico, no
solo en lo técnico y táctico, sino también en lo mental y actitudinal. No cualquiera puede
llevar este escudo ni defender esta idea de juego. El Jugador Escorpión es un competidor
elegante, valiente y disciplinado, que respeta el balón y entiende el juego como una
expresión colectiva de esfuerzo y arte.
Perfil técnico, mental y actitudinal
• Técnica depurada: nuestros jugadores deben tener una relación íntima con el balón.
Control, pase, manejo de perfiles y conducción son fundamentos no negociables. La
precisión bajo presión y la toma de decisiones rápida son obligatorias.
• Cultura táctica: no basta con saber jugar, hay que saber entender el juego. El Jugador
Escorpión debe interpretar situaciones, adaptarse a contextos y comprender cómo sus
acciones afectan la estructura colectiva.
• Personalidad competitiva: buscamos futbolistas con carácter para asumir riesgos, para
querer siempre el balón, para mantener la compostura en la adversidad y para exigir
el máximo de sí mismos y de sus compañeros.
• Elegancia natural: más allá de la técnica, la elegancia está en los gestos, en la actitud y
en la manera de competir. No simulamos, no protestamos, no hacemos tiempo.
Ganamos desde la autoridad y el respeto al juego.
Responsabilidades dentro y fuera del campo
Ser jugador de Escorpiones no termina al finalizar el partido o el entrenamiento.
Representamos una institución y una cultura. Cada futbolista tiene la responsabilidad de actuar como ejemplo dentro y fuera del campo, respetando al rival, a la afición y al escudo. Se espera de cada jugador:
• Compromiso total con el modelo de juego.
• Respeto a los principios colectivos, por encima del lucimiento individual.
• Participación activa en la construcción del vestuario, desde la solidaridad y el
compañerismo.
• Comportamiento ético en todas las circunstancias.
Comportamiento: respeto, esfuerzo, valentía
El Jugador Escorpión se distingue por su respeto absoluto al compañero, al adversario y a las
reglas del juego. Su actitud es de esfuerzo permanente, sin especulación ni reservas. Y
compite con valentía, asumiendo responsabilidades, pidiendo el balón en los momentos
difíciles y encarando sin temor los escenarios adversos.
Aquí no hay lugar para la comodidad ni para las excusas. Jugamos con el balón, con el
esfuerzo y con el alma.
6. Valores y Conducta
En Escorpiones, los valores no son un accesorio ni un discurso para las cámaras. Son
principios de vida que rigen nuestro comportamiento en cada entrenamiento, en cada
partido y en cada situación personal. Nuestro modelo de juego, por exigente y propositivo
que sea, se construye sobre cimientos éticos firmes que jamás se negocian.
Sin estos valores, no tendría sentido la búsqueda estética ni la propuesta futbolística. Para nosotros, cómo se gana es tan importante como ganar.
Innegociables éticos y deportivos
Existen conductas que todo jugador, cuerpo técnico y miembro de Escorpiones debe asumir como norma absoluta:
• Respeto al rival: competimos con intensidad, pero sin provocaciones ni agresiones. La
rivalidad se demuestra con juego, no con actitudes antideportivas.
• Juego limpio: no toleramos simulaciones, reclamos desmedidos, pérdidas de tiempo
ni actitudes que desvirtúen el espectáculo.
• Lealtad al equipo: el interés colectivo está por encima del lucimiento personal. La
solidaridad en el esfuerzo y la búsqueda constante de superioridad colectiva son
obligaciones para todos.
• Respeto por la afición: somos conscientes de que representamos a una comunidad y
que nuestras conductas trascienden la cancha.
Conducta en victoria y derrota
El fútbol es un deporte de emociones, pero en Escorpiones la actitud no se negocia, ni en la
gloria ni en la adversidad.
• Al ganar, se celebra con humildad, reconociendo el esfuerzo del rival y entendiendo
que cada victoria es consecuencia de un trabajo colectivo.
• Al perder, se responde con autocrítica, valentía y respeto. Jamás se culpa al árbitro, a las circunstancias o al entorno. Se asume la responsabilidad y se trabaja para mejorar.
La imagen Escorpiones ante la comunidad
Somos más que un club. Somos una referencia en valores, comportamiento y propuesta futbolística. Cada jugador y miembro del club debe entender que su actitud proyecta nuestra identidad a la comunidad.
• Defendemos los valores de trabajo duro, honradez, igualdad, resiliencia, constancia y disciplina.
• Promovemos una cultura donde el esfuerzo es premiado y donde no se subestima a ningún rival.
• Somos embajadores de un fútbol honesto, valiente y elegante La camiseta de Escorpiones se respeta dentro y fuera de la cancha.
7. Conceptos de Juego Prioritarios
El modelo de juego de Escorpiones se fundamenta en conceptos específicos que ordenan y
estructuran nuestra propuesta. Son ideas claras, trabajadas y repetidas hasta el detalle en
cada sesión, porque entendemos que un equipo dominante no puede improvisar, debe
construir superioridad a partir de conceptos tácticos sólidos y compartidos.
A continuación, detallamos los conceptos prioritarios que guían nuestro fútbol:
Posesión orientada
Cada posesión tiene un propósito. No se trata de tener el balón por acumular pases, sino de orientarlo hacia zonas donde podamos desorganizar al rival. La posesión debe buscar:
• Atraer presiones rivales para generar espacios.
• Fijar rivales en zonas específicas para liberar otras.
• Progresar de forma controlada pero agresiva.
El balón debe circular con sentido, buscando ventajas y manteniendo siempre el control
emocional y táctico del juego.
Superioridades constantes
Nuestro juego se basa en generar superioridades:
• Numéricas: más jugadores nuestros que del rival en zonas clave.
• Posicionales: mejor ubicación en función del balón, rival y espacio.
• Cualitativas: provocar duelos favorables donde nuestro jugador tenga ventaja.
• Socio-afectivas: relaciones de confianza entre jugadores que faciliten combinaciones.
Estas superioridades se construyen desde el posicionamiento, la movilidad permanente y la
interpretación colectiva de los espacios.
Atracción y progresión
Buscamos atraer al rival a zonas que nos convengan. Esto se logra mediante una circulación
paciente y controlada en zonas de inicio, provocando que el rival salte a presionar, para
luego superar esa línea con velocidad y precisión.
Una vez superada una línea, se acelera el juego en busca de aprovechar los espacios
creados. La progresión debe ser ordenada, evitando la precipitación pero sin renunciar a la
agresividad ofensiva.
Juego entre líneas
El pase vertical entre líneas es una de nuestras armas prioritarias. Buscamos constantemente
posicionar a nuestros mediocampistas y extremos en zonas intermedias (entre la línea de
mediocampistas y defensores rivales), para recibir, girar y acelerar el juego.
Este concepto exige a nuestros jugadores:
• Excelente perfilación y control orientado.
• Capacidad para decidir bajo presión.
• Lectura inteligente de los espacios.
Reacción tras pérdida
Uno de los sellos tácticos de Escorpiones. Al perder el balón, la reacción es inmediata, organizada y agresiva. Buscamos recuperar en los primeros segundos y en zonas altas, para impedir la transición rival y reactivar nuestra posesión.
Para ello:
• Se activa una presión conjunta, no individual.
• Se cierran líneas de pase cercanas.
• Se protegen zonas vulnerables mientras se recupera.
Control de los ritmos
Decidir cuándo acelerar y cuándo pausar. Ser capaces de dormir el partido con posesión
segura y luego cambiar de ritmo en dos toques. Este dominio emocional y estratégico del
ritmo de juego nos permite gestionar ventajas, cansar al rival y tomar siempre la iniciativa.
8. El Estilo Escorpión en la Competencia
El modelo de juego de Escorpiones no es solo una idea para entrenar bien o jugar bonito.
Está diseñado para competir, dominar y ganar. Nuestro estilo se sostiene tanto en la estética
como en la eficacia, porque entendemos que en el fútbol de alto nivel el cómo se gana es
tan importante como el hecho de ganar.
Cada partido es una oportunidad para reafirmar nuestra identidad, imponer nuestra idea y
dejar claro que no especulamos, no nos adaptamos al rival y no renunciamos a nuestra
esencia.
Dominio a través del balón
Nuestra herramienta de control es la posesión. No buscamos ceder la iniciativa ni esperar errores del rival. Desde el primer minuto tomamos el balón, lo movemos con intención y obligamos al oponente a perseguirnos.
Sabemos que con el balón en nuestros pies reducimos las opciones del rival, limitamos su
capacidad ofensiva y exponemos sus carencias defensivas. La posesión, para nosotros, es
poder.
Intensidad permanente
Aunque controlamos el ritmo del juego, nunca bajamos la intensidad competitiva. Cada
acción se disputa con seriedad, cada recuperación se celebra, cada pase se ejecuta con
intención. Somos un equipo elegante, pero nunca liviano.
Buscamos ser incómodos para el rival desde la posesión, desde la presión, desde el carácter.
No existe momento del juego en el que no intentemos imponer nuestra voluntad.
Mentalidad de sometimiento
La actitud de someter al rival está en nuestro ADN. No nos basta con dominar posesión o tener más ocasiones: queremos que el adversario sienta que no puede salir, que no encuentra soluciones y que solo espera el momento en que caiga el gol.
Esta mentalidad se refleja en:
• La presión alta sostenida.
• La circulación constante en campo rival.
• La ocupación agresiva de zonas de peligro.
• La búsqueda permanente del siguiente gol, sin relajación.
Propuesta, no especulación
Independientemente del marcador, la localía o el contexto, nunca renunciamos a nuestra
idea. Un empate en condición difícil no se defiende refugiados atrás, sino tratando de volver
a controlar el partido. Si vamos ganando, buscamos liquidar el juego desde la posesión y la
agresividad, no refugiándonos.
Nuestro fútbol no se basa en transiciones aisladas, pelotazos o jugadas esporádicas. Es una
construcción colectiva, paciente y ambiciosa.
Respeto a la estética y al juego limpio
En Escorpiones, se juega bien, se gana con autoridad y se compite con respeto. No fingimos,
no hacemos tiempo, no agredimos. Nuestra superioridad se demuestra con juego, con
esfuerzo y con elegancia.
Ganamos con estilo y perdemos compitiendo. Así construimos una cultura deportiva distinta,
admirada y respetada.
9. Cultura de Entrenamiento y Competencia
El estilo que buscamos en Escorpiones no se improvisa en los partidos. Se construye, se
entrena y se vive a diario. Nuestra cultura de entrenamiento es el reflejo fiel de lo que somos
como equipo: exigentes, disciplinados, ambiciosos y fieles a una idea de juego.
Cada sesión, cada ejercicio y cada corrección están diseñados para sostener y perfeccionar
nuestro modelo, porque entendemos que se compite como se entrena.
Entrenamientos de alta intensidad y máxima concentración
No existe sesión liviana ni entrenamiento de trámite. Desde el primer minuto, los jugadores
saben que se trabaja con intensidad, con foco total y con respeto al balón y al compañero.
Las tareas se realizan a máxima velocidad, simulando situaciones reales de juego y exigiendo
precisión, toma de decisiones rápida y compromiso colectivo. Se entrena con la misma
pasión con la que se compite.
Trabajo colectivo e individualizado
Si bien priorizamos el funcionamiento colectivo, entendemos que cada jugador tiene áreas
específicas por potenciar. Por eso combinamos:
• Sesiones colectivas orientadas a la posesión, presión, progresión y juego posicional.
• Trabajo individualizado en técnica, manejo de perfiles, control, pase y capacidad de
reacción.
Todos los futbolistas, sin importar su jerarquía, están obligados a mejorar a diario.
Cultura de esfuerzo permanente
La intensidad física, mental y emocional es un pilar en nuestra metodología. Nadie puede
entrenar a media máquina. El esfuerzo no es negociable y se valora incluso más que el
talento. Aquí se premia al que no se guarda nada, al que exige a sus compañeros y mantiene
los estándares altos.
La frase que resume esta cultura es simple:
“Aquí se entrena como se juega y se juega como se vive.”
Tolerancia cero a la mediocridad y el conformismo
No permitimos actitudes de comodidad, falta de compromiso o relajación. La competencia
interna es diaria y todos los puestos están en juego permanentemente. Ningún jugador tiene
garantizado nada más allá de su esfuerzo, rendimiento y respeto por la idea de equipo.
El nivel de exigencia se sostiene por convicción, no por obligación.
Entorno sano, competitivo y de respeto
El vestuario de Escorpiones se construye desde la exigencia, pero también desde la
solidaridad y el respeto. No se permite la burla desmedida, la soberbia ni el individualismo
tóxico. Competimos para ser mejores, no para destruir al compañero.
El objetivo es claro: todos mejoran, todos aportan y todos crecen en función del equipo.
10. Legado e Identidad Escorpión
Más allá de los títulos, los triunfos o las estadísticas, en Escorpiones aspiramos a dejar una
huella en el fútbol nacional y en la comunidad que representamos. Queremos construir una
identidad que trascienda generaciones, que sirva como modelo de cómo se puede competir
al más alto nivel siendo fiel a unos valores y a una idea estética de juego.
El fútbol cambia, las modas tácticas pasan, pero el legado de un club que apuesta por el
respeto al balón, la valentía y la elegancia permanece.
Una identidad reconocible
El objetivo es que, sin importar la categoría, el estadio o el rival, cualquiera que vea a
Escorpiones sepa identificar nuestro sello:
• Un equipo que domina a través de la posesión.
• Que presiona con intensidad tras pérdida.
• Que busca someter al rival con balón y carácter.
• Que respeta el juego y al adversario.
• Que nunca renuncia a su estilo.
Queremos que nuestros partidos sean referencia de buen fútbol, de valentía táctica y de
elegancia competitiva.
Formación de personas antes que futbolistas
Aunque nuestro objetivo es formar jugadores de alto rendimiento, el verdadero legado está
en la formación de personas íntegras, responsables, respetuosas y trabajadoras. Jugadores
que entiendan que el talento sin esfuerzo no basta, y que la victoria sin valores no vale.
Los jugadores Escorpión serán reconocidos no solo por su fútbol, sino también por su
actitud, comportamiento y ejemplo.
Un modelo que inspira
Aspiramos a que nuestro estilo y nuestra cultura sean inspiración para otras academias,
equipos y entrenadores. Que demostremos que se puede competir con educación, que se
puede ganar con respeto y que el esfuerzo diario y la fe en una idea son más fuertes que
cualquier adversidad.
Queremos ser el club que cambió la forma de ver el fútbol en nuestra comunidad, y que dejó
un modelo sólido para las futuras generaciones.
Dejar marca en cada cancha
Nuestro legado no se medirá solo en trofeos, sino en la forma en que cada rival, cada aficionado y cada jugador recuerde a Escorpiones:
• Como un equipo valiente.
• Como un equipo dominante.
• Como un equipo limpio.
• Como un equipo elegante.
• Como un equipo que jamás renunció a su esencia.
Ese es nuestro legado. Esa es nuestra identidad.
11. Legado: El Escorpiones Nunca Se Rinde
Si hay una frase que define el espíritu, la cultura y la forma de vivir el fútbol en Escorpiones, es esta:
“Escorpiónes Nunca Se Rinde”
No es un lema decorativo. Es una convicción que atraviesa cada entrenamiento, cada partido,
cada dificultad y cada momento de gloria o adversidad. Es el mantra que guía nuestra
identidad, que le da sentido a nuestra propuesta futbolística y que convierte a nuestros
jugadores en algo más que futbolistas: los convierte en guerreros elegantes, en
competidores incansables, en referentes dentro y fuera de la cancha.
Una filosofía de vida
“Escorpiónes Nunca Se Rinde” es mucho más que no bajar los brazos cuando las cosas van mal. Es una actitud constante de búsqueda, de superación, de rebeldía ante la mediocridad y de respeto absoluto por el esfuerzo y la perseverancia.
Cada jugador que viste esta camiseta debe asumirlo como filosofía personal:
• Nunca se rinde en un entrenamiento, aunque las piernas pesen.
• Nunca se rinde en un partido, aunque el marcador sea adverso.
• Nunca se rinde en su proceso formativo, aunque los obstáculos parezcan grandes.
• Nunca se rinde en sus valores, aunque la presión de afuera invite a lo fácil.
Aplicado al juego y a la competencia
Dentro del modelo de juego de Escorpiones, este mantra toma forma en:
• La presión tras pérdida inmediata.
Nunca nos resignamos a que el rival se quede con el balón. Se recupera o se sigue
presionando.
• La búsqueda permanente del siguiente gol.
No especulamos con ventajas mínimas ni nos conformamos. Queremos siempre más.
• La valentía de jugar desde atrás, aún en momentos de presión máxima.
Nunca renunciamos a nuestra idea, aunque el contexto sugiera lo contrario.
• El respeto al juego limpio, aunque el rival se salga de sus formas.
Jamás cambiamos nuestra identidad por conveniencia.
En los momentos difíciles
Cuando el resultado no acompaña, cuando la adversidad se presenta o cuando el entorno
parece adverso, recordamos quiénes somos y qué nos define:
“Escorpiónes Nunca Se Rinde”.
No significa simplemente no perder. Significa no perder la dignidad, la valentía ni la esencia.
Significa seguir intentando dominar, someter y competir con nuestra identidad, hasta el
último segundo.
Como legado a las futuras generaciones
Este mantra no pertenece solo a este plantel o a esta etapa. Es un legado que queremos que
permanezca en cada categoría, en cada niño que llega a la academia y en cada entrenador
que se pone nuestro escudo al pecho.
“Escorpiónes Nunca Se Rinde” debe enseñarse desde las bases, transmitirse en cada charla y evidenciarse en cada minuto de juego.
Queremos que se convierta en una cultura reconocida y respetada. Que los rivales sepan que
enfrentar a Escorpiones no es solo enfrentar a un buen equipo, sino a un grupo de futbolistas
que jamás se resignan, que compiten hasta el último instante y que luchan por su identidad
hasta el final.
Trayectoria Profesional de Andrés Arias – Entrenador de Fútbol
Inicios y Primeros Logros (2012)
Mi carrera como entrenador profesional comenzó en el año 2012, a los 28 años, cuando tuve el privilegio de integrarme al cuerpo técnico de la Asociación Deportiva Carmelita, como asistente del profesor Don Orlando de León. Ese semestre logramos el ascenso a la máxima categoría del fútbol costarricense, un logro que marcó el inicio de mi camino en el alto rendimiento.
Deportivo Saprissa (2012- 2016) (2018-2021)
Ese mismo año, di el salto al Deportivo Saprissa, asumiendo el rol de analista del primer equipo. Durante mi paso por Saprissa desempeñé diferentes cargos que enriquecieron mi perfil: asistente
técnico del primer equipo, entrenador de divisiones menores, auxiliar de gerencia deportiva y
finalmente gerente de divisiones menores. Esta etapa fue determinante para consolidar mis
capacidades en distintas áreas de la gestión y dirección deportiva, complementando la parte táctica
con la visión institucional.
Experiencia en Grecia F.C. y Consolidación en Primera División (2018)
Posteriormente, integré el cuerpo técnico del Municipal Grecia, donde ejercí como analista, asistente
técnico y preparador físico. Durante ese torneo, el equipo logró una campaña histórica, dominando la
liga con solvencia luego se da el regreso a Saprissa. Esta experiencia me permitió fortalecer mis
capacidades de liderazgo y planificación en equipos que buscan protagonismo desde estructuras más
limitadas, pero con visión competitiva.
Selección Nacional de Costa Rica – Mundial Brasil 2014
En 2014, llegó una de las etapas más significativas de mi carrera: integré el cuerpo técnico de la Selección Nacional de Costa Rica como analista de rendimiento y encargado de la inteligencia deportiva durante la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, bajo la dirección de Don Jorge Luis Pinto.
Aquella selección realizó la gesta más memorable en la historia del fútbol costarricense, alcanzando los cuartos de final y finalizando en el 8º lugar a nivel mundial. Esta experiencia me otorgó un aprendizaje invaluable en la élite del fútbol internacional y en la gestión de grupos de alto rendimiento bajo máxima exigencia.
Proceso Eliminatorio con Honduras
Tras el Mundial, continué junto a Don Jorge Luis Pinto en la Selección Nacional de Honduras,
desempeñándome nuevamente como analista en el proceso eliminatorio rumbo al Mundial de Rusia
2018. Este periodo me permitió mantenerme vinculado al más alto nivel competitivo de CONCACAF,
enfrentando los retos de una eliminatoria mundialista con las particularidades del fútbol
centroamericano.
Proyecto Escorpiones – Construcción de una Institución desde Cero (2021–2025)
En 2021 emprendí uno de los proyectos más desafiantes y satisfactorios de mi carrera: la creación de Escorpiones de Belén.
Desde la adquisición de la franquicia hasta la búsqueda de la sede, gestión deportiva, organización de divisiones menores y dirección técnica, lideré este proyecto desde su concepción. Como entrenador, estuve al frente del equipo por 150 juegos consecutivos en donde llevé al equipo a semifinales en todos los torneos disputados, incluyendo una final nacional de ascenso. Además, en el Torneo de Copa conseguimos avanzar dos rondas eliminando a equipos de Primera División como Cartaginés y Santa Ana cayendo en cuartos de final ante Liga Deportiva Alajuelense.
Más allá de los resultados deportivos, logramos posicionar a Escorpiones como el club más visionario, ordenado y competitivo de la Liga de Ascenso, con una identidad clara y una cultura institucional sólida.
Formación Académica y Certificaciones
Paralelamente a mi carrera profesional, he consolidado una formación académica integral y de alto nivel:
• Bachillerato en Ciencias del Movimiento Humano (Educación Física)
• Máster en Gestión y Dirección Deportiva en Fútbol – Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España)
• Máster en Preparación de Atletas de Alto Rendimiento en Fútbol – Universidad Católica de Valencia (España)
• Especialidad en Manejo de Equipos de Alto Rendimiento – Universidad Europea de Madrid (España)
• Licencia Pro de Entrenador de Fútbol en CONCACAF y CONMEBOL, máxima
certificación que avala mi capacidad para dirigir equipos de Primera División y selecciones nacionales
en ambas confederaciones.
Palmares
1 titulo de divisiones menores
5 títulos campeón nacional con el Deportivo Saprissa
1 titulo de liga concacaf con el Deportivo Saprissa
2 sub campeonatos Deportivo Saprissa y Escorpiones de Belen
8vo lugar en el mundial Brasil 2014
