Al nuevo presidente de la Fedefutbol, Osael Maroto le tocó buscar el nuevo entrenador nacional y le sigue dando largas: ¿por qué?
La Federación para empezar tiene un presupuesto limitado para nombres destacados principalmente en América, que no superan los $70 mil mensuales para todo un cuerpo técnico.
Claudio Vivas, argentino que es el gerente deportivo lo ha dicho, él busca los perfiles de acuerdo a su plan para el seleccionador, pero ¡la parte económica! no le corresponde.
Es aquí donde un presidente nuevo como Osael entra al campo con un presupuesto pequeño, debe ser certero, rápido y seductor en las negociaciones.
Él se ampara en el secretario Jafet Soto por criterio y experiencia, está trabajando también en otros puntos, pero en este clave no está aún atinado, mientras pasa el tiempo.
En estos días anda en México acompañando a Soto al que le preparan en Pachuca, ingresar como ex jugador al salón de la fama del club. Lo invitó para conocer más de cerca a dirigentes de alto rango en el área ¡para que aprenda!
Posiblemente el tiempo que estén juntos le ayude a centrarse en pulir su estrategia acelerada para designar el seleccionador nacional.
También cabe que de rebote se reúna con algún aspirante que tienen en la lista y puedan entrar en las gestiones con pocas municiones en los bolsillos para un mercado más grande.
Maroto está en otra cancha, la más importante de nuestro fútbol, donde hay que tratar de ser asertivo al máximo pero con menos recursos, que los que posee a nivel privado.
La mayor prueba la tiene ya de frente: pegar con la escogencia del seleccionador para ponernos en marcha. Debe ser abierto, flexible, inteligente y ¡acertado! Se vale cruzar los dedos...
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