El pasado domingo, al cierre del partido entre Santos de Guápiles y el Club Sport Herediano, se presentó una acción que tuvo como protagonistas al portero florense Bryan Segura y el delantero rojiblanco Carlos Rivera.
El guardameta, tras una jugada dividida, se acercó al artillero panameño y le dijo unas palabras. Rivera reaccionó y lo encaró. Al final el árbitro Ricardo Montero, que estaba muy cerca, les mostró tarjeta amarilla a ambos.
Tras el compromiso, el entrenador santista Randall Row denunció que Segura insultó con un comentario racista a Rivera.
"Estas cosas normalmente no me gusta tocarlas, pero no puedo dejarlas pasar en este momento. Carlos Rivera fue tratado como negro hijueputa por el portero del Herediano. Él me lo dijo llorando. De hecho me extrañó la actitud de él cuando se paró molesto porque él es muy tranquilo, es de los más pasivos, más tranquilos en el camerino, un muchacho muy sano. Me dolió muchísimo verlo llorando. Se lo dijo Segura: 'negro hijueputa levántese'. Si estamos comulgando o estamos matando a gente por una situación de racismo que también seamos consecuentes con los jugadores", dijo Row.
Posteriormente, Santos emitió un comunicado de prensa solicitando una investigación al Tribunal Disciplinario.
Este jueves, según informó Tigo Sports, Santos decidió no seguir con la demanda por no tener pruebas suficientes para demostrar el hecho.
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¿Qué puso Ricardo Montero en el informe arbitral?
En el informe arbitral, Ricardo Montero no puso nada sobre algún insulto racista. Para explicar las amarillas a ambos jugadores detalló: "Por conducta antideportiva al encararse con un adversario".
Bryan Segura se defendió con este mensaje:
"Tras las declaraciones dadas por el señor Randall Row sobre un supuesto insulto racista de mi persona hacia el jugador Carlos Rivera, quiero aclarar que esto es rotundamente falso.
No voy a dejar que se manche mi nombre ante esta declaración infundada y tendenciosa expresada por el señor Row.
En dicha jugada en la transmisión de la televisión se puede apreciar donde el árbitro central, Ricardo Montero, se encuentra a pocos metros de distancia; él observó todo y lo que procedió fue a sacar la tarjeta amarilla para ambos jugadores, situación que confirmó en el informe arbitral como antideportiva de ambas partes por "encararse en el terreno de juego.
También, es importante recalcar que la situación al final del juego con Waylon Francis no tuvo que ver absolutamente en nada con la acción que señaló Randall.
Lamento mucho las declaraciones expresadas el día de ayer, las cuales no reflejan en nada mis valores como persona y profesional.
Las personas que me conocen pueden dar fe de que nunca he aprobado las prácticas racistas en el fútbol ni en cualquier otro lugar.
Estoy confiado en que la verdad prevalecerá y los hechos demostrarán la falsedad de las aseveraciones realizadas con la intención de dañar mi imagen y honor".
