La Unión Europea empieza a relajar las medidas contra el Covid-19 también en el transporte aéreo. El nuevo protocolo acordado por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea de Seguridad (EASA) recomienda eliminar la obligatoriedad de llevar mascarilla a bordo de los aviones y en aeropuertos.
El anuncio responde a los altos niveles de vacunación y la inmunidad adquirida de forma natural así como las decisiones crecientes de muchos Estados miembros de levantar las restricciones impuestas contra el Covid-19.
“Es un alivio para todos nosotros que finalmente estemos llegando a una fase de la pandemia en la que podemos comenzar a relajar las medidas de seguridad sanitaria. Para muchos pasajeros y también para los miembros de la tripulación existe un fuerte deseo de que las mascarillas no sean una parte obligatoria de los viajes aéreos”, ha celebrado el director de la EASA, Patrick Ky, que ha indicado también que los pasajeros deberán seguir cumpliendo con los requisitos exigidos por cada aerolínea cuando las medidas preventivas sean opcionales, tomar decisiones responsables y respetar la elección de otros pasajeros.
“En particular un pasajero que esté tosiendo y estornudando debería considerar llevar mascarilla para tranquilizar a aquellos que se sientan cerca”, ha añadido.
En vigor el 16 de mayo
Las nuevas recomendaciones entrarán en vigor el 16 de mayo aunque las normas sobre las mascarillas seguirán variando según la aerolínea. Por ejemplo, los vuelos hacia o desde un destino en el que todavía se exige el uso de mascarilla en el transporte público deberán seguir fomentando el uso de la misma. Además, los pasajeros vulnerables deberán seguir llevando una mascarilla independientemente de las normas, y a poder ser del tipo FFP2/N95/KN95, que ofrece un nivel de protección mayor que una mascarilla quirúrgica estándar. “Aunque ya no se recomienda el uso obligatorio de mascarillas en todas las situaciones, es importante tener en cuenta que, junto con el distanciamiento físico y una buena higiene de las manos, es uno de los mejores métodos para reducir la transmisión”, ha recordado la directora del ECDC, Andrea Ammon.
El nuevo protocolo también anima a los pasajeros a respetar las medidas de distanciamiento en las zonas interiores, incluido el aeropuerto, siempre que sea posible. Pero los operadores aeroportuarios deberán adoptar un enfoque pragmático al respecto. Por ejemplo, deberán evitar imponer requisitos de distanciamiento si es muy probable que éstos provoquen un cuello de botella en otro lugar del viaje de los pasajeros, especialmente si no se exigen a nivel nacional o regional en otros entornos similares.
Aunque muchos estados ya no exigen a los pasajeros que presenten datos a través de un formulario de localización de pasajeros, el protocolo recomienda a las aerolíneas mantener sus sistemas de recogida de datos en espera para poder poner esta información a disposición de las autoridades de salud pública si fuera necesario. Por ejemplo, en el caso de que surgiera una nueva variante preocupante que se identificara como potencialmente más peligrosa.
Fuente: El Periódico.com - España