Alguna vez fueron la brillante pareja de poder de Hollywood. Pero, durante los últimos cinco años y medio, Angelina Jolie y Brad Pitt han estado aireando públicamente sus trapos sucios, en una de las batallas de divorcio más sucias y costosas de todos los tiempos.
A pesar de que el divorcio finalizó en 2019, los A-listers todavía están peleando por los activos financieros y han gastado millones de dólares en tarifas judiciales.
Ahora el famoso demandó a su exesposa, esto por supuestamente vender su parte de las acciones en el viñedo Château Miraval, que ambos poseen en Francia desde 2008, luego de que acordaran no hacerlo sin el previo consentimiento del otro.
Los pleitos no son nuevos para ellos ya que después de su separación en 2019 han estado acudiendo a la corte por la custodia de sus hijos Pax, Zahara, Shiloh, Vivienne, Knox y Maddox. Ahora el histrión, de 58 años, decidió volver a asesorarse con sus abogados tras la supuesta transacción de Jolie, de 46 años, sobre la propiedad que cuenta con 30 hectáreas.
Tras la supuesta venta, Pitt, no está dispuesto en pasar por alto la cesión de sus activos al empresario ruso, Yuri Shefler y ha decidido interponer una nueva acción legal en contra de la que fue su pareja entre 2014 y 2019. Y es que supuestamente, ambos habrían acordado cuando contrajeron nupcias, en nunca vender su participación de la finca.
El año pasado Jolie acusó a Pitt de bloquear la venta de Château Miraval, cuyo valor, se estima, asciende a 164 millones de dólares. Sin embargo, antes del fin de la relación y para que no hubiera malentendidos, Angelina y Brad acordaron pedirse permiso de forma mutua si en algún momento uno de los dos quería vender su parte. Además de eso, estaban obligados a ofrecérselas entre ellos como primera opción, antes de buscar compradores.
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El argumento de Pitt es que se trata de uno de los lugares que más produce vino rosado en el mundo, bodega en la que puso más trabajo y fondos para que fuera rentable como un negocio. De acuerdo a Page Six, la actriz de Eternals ya había presentado una petición de emergencia en junio pasado para suspender la ATRO (automatic temporary restraining order) que le impedía la millonaria transacción con el fabricante de bebidas alcohólicas Stoli Group, del empresario ruso Yuri Shefler.
La demanda de Brad en contra de su expareja, obtenidos por TMZ, son parte de su interminable guerra de divorcio. Los dos compraron Château Miraval en Correns, Francia, en 2008. El histrión señaló que invirtió varios millones de dólares en la bodega a lo largo de los años, aunque acepta que su expareja desembolsó el 40 % del precio de compra de 28,4 millones.
Según los documentos judiciales, Miraval es propiedad de Quimicum, una empresa en la que Pitt tenía originalmente una participación del 60% a través de su empresa Mondo Bongo, mientras que Jolie tenía el 40% a través de su empresa Nouvel.
Pero tres años antes de que se separaran en 2016, Pitt transfirió el 10% de la propiedad de Mondo Bongo a Nouvel de Jolie, lo que los convirtió en accionistas iguales. Pitt y Jolie acordaron pedirse permiso mutuamente si alguna vez querían vender sus acciones.
Para finalizar, la batalla legal entre Pitt y Jolie viene ya de tiempo atrás, más especifico desde septiembre de 2016 cuando la histrionisa le solicitó el divorcio, pidiendo la custodia de sus hijos: Pax, ahora de 17 años, Zahara, de 16, Shiloh, de 15, y los gemelos Vivienne y Knox, de 13. El mayor, Maddox, de 20, es legalmente considerado un adulto.