El pasado mes de abril el exjugador de la NFL, Phillip Adams, protagonizó un tiroteo en en Rock Hill, Carolina de Sur, donde resultaron cinco personas fallecidas entre ellas dos niños. Ahora la autopsia del deportista revela que tenía un grave daño cerebral en el lóbulo frontal.
Se trata de la encefalopatía traumática crónica (ETC), que es una enfermedad cerebral degenerativa que se encuentra en atletas, veteranos militares y otras personas que han sufrido un historial de trauma cerebral repetitivo. Entre los síntomas de la enfermedad se encuentran los arrebatos de ira y pérdida de memoria.
Ahora la doctora Ann McKee, quien fue la encargada de realizar examinar el cerebro de Adams, reconoció que el exNFL sufría de encefalopatia traumática crónica de etapa 2, y considera que los 20 años en los que estuvo jugando profesionalmente fueron los que le causaron el daño.
"Hay indicios de que tenía evidentes problemas de comportamiento y cognitivos", dijo McKee.
"No fue algo repentino. Sufría una discapacidad que se fue agravando. Estaba cada vez más paranoico, con graves problemas de memoria y su conducta era cada vez más impulsiva" agregó.
McKee explica que la segunda etapa de la enfermedad está vinculado con anormalidades cognitivas y conductas como agresión, reacciones impulsivas, depresión, paranoia, ansiedad, progre función ejecutiva y pérdida de memoria.
El caso de Phillip Adams, no es el único caso de deportistas que se convirtieron en sesiones o suicidas de la noche a la mañana. Los otros casos también fueron diagnosticados con ETC.
AARON HERNÁNDEZ
Un grupo de investigadores de la Universidad de Boston revelaron que el exjugador defensivo de la NFL de origen mexicano, Aaron Hernández, sufría un cuadro severo de encefalopatía traumática crónica (CTE). Hernández se suicidó en su celda en la cárcel de máxima seguridad de Shirley, Massachussets.
El exjugador fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Odin Lloyd, pareja de la que fuera su cuñada. Lloyd fue hallado cerca de la casa de Hernández en la madrugada del 17 de junio de 2013. Hernández fue juzgado y condenado en 2015 a cadena perpetua.
Dos años después se quitó la vida, a sus 27 años y después de que había sido declarado inocente de dos asesinatos más, por falta de pruebas evidentes.
DAVE DUERSON
Fue ganador del Super Bowl en 1985 con los Chicago Bears, Duerson jugó 11 temporadas, gran pare de ellas con los Bears y se retira en 1997. El exjugador se suicido en 2011 con 50 años y era consciente que sufría de un trauma cerebral severo. En el momento en el Duerson acabó con su vida dejó una nota pidiendo que donaran su cerebro al Banco de Cerebros del Estudio de Encefalopatía Traumática de la NFL.
Duerson se pegó un tiro en el pecho y una vez estudiado su cerebro se demostró que sufría CTE.
O.J. SIMPSON
Uno de los casos más famosos de la historia de los deportistas criminales, es el del corredor de los Buffalo Bills, O.J. Simpson, quien en 1994, fue acusado de asesinar a su segunda esposa, Nicole Brown, y a su amigo, Ronald Golman.
Brown apareció decapitada, con los ojos morados y los labios rotos. Mientras que Goldman, fue golpeado y apuñalado 19 veces. Este caso fue nombrado como, El Juicio del Siglo, y se dio de enero de 1995 hasta octubre de ese mismo año.
A pesar de contar pruebas en su contra y que los testigos aseguraban que era un hombre violento y celoso, O.J. Simpson fue declarado inocente. Años después fue acusado de robo y secuestro y será condenado a nueve años de prisión.
El médico que identifico por primera vez el CTE, Bennet Omalua, aseguró en 2016 que Simpson podría sufrir ETC.
JOVAN BELCHER
El exjugador de Kansas City Chiefs, Jovan Belcer, se quitó la vida en diciembre de 2012, con un disparo en la boca a la entrada de las instalaciones del club minutos después de haber asesinado a su novia.
Compañeros de equipo, el entrenador y el director general de la franquicia trataron de persuadir al deportista, pero no lo lograron.
La autopsia del cerebro de Belcher reveló que sufría de ETC.
CUBO JUNIOR SEAU
Junior Seau, de 43 años, se suicido con un tiro en el pecho en mayo de 2012. Su familia pidió que se examinara post-mortem su cerebro y se revelo que padecía ETC.
"Creo que es importante que todos sepan que Junior sí sufrió de ETC", dijo Gina Seau. "Es importante que tómense medidas para ayudar a estos jugadores. Ciertamente no queremos que algo así le vuelva a pasar a ninguno de nuestros atletas", agregó.
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