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La historia cuenta que el 8 de diciembre de 1876 se disputó la primera 'mejenga' de fútbol en Costa Rica. Ocurrió a un costado norte de La Sabana, en San José. 

Rodrigo Calvo, periodista, estadígrafo e historiador, nos recuerda aquel acontecimiento y a sus protagonistas.  

Aquí la nota publicada en el sitio web buzonderodrigo.com.

El fútbol llegó oficialmente a Costa Rica en el siglo antepasado, procedente de su país originario, Inglaterra, donde su práctica se había extendido con prontitud entre los ociosos hijos de los aristócratas, quienes estudiaban en colegios y universidades públicas de ese país europeo, como en Cambridge y Oxford. Era, entonces, la cuna de los inventores de este moderno deporte denominado “el juego de la gente” o “la muchedumbre”.

Por ese tiempo, el navegante inglés William Le Lacheur abre el comercio directo con la primera exportación de café costarricense hacia el mercado europeo y, sin proponérselo, también propició indirectamente la introducción del balompié en el país, de acuerdo a la investigación aparecida en el libro inédito “Historia del Fútbol Costarricense”, que fue escrito por el exjugador liberto, dirigente, árbitro y farmacéutico, Miguel Ángel Ulloa Zamora, nacido en 1900 y fallecido a los 87 años en 1987.

   

El contacto de Le Lacheur con los ticos, que la calificó “sin fronteras”, empieza con el cafetalero y comerciante josefino Santiago Fernández e Hidalgo, en julio de 1843, y luego la continúa con las familias de los Quirós, Morales, Zamora, Montealegre, Castro, Villalobos, Rohrmoser, Páez, Alvarado, Chacón, Pinto, Esquivel, Chavarría, Mora, Sánchez y otros más. Entre ellos estuvo el matrimonio de Braulio Morales Cervantes y Esmeralda Gutiérrez, nativos de Heredia, cuyo hijo nacido en esa ciudad, Genaro Morales Gutiérrez, fue confiado al tripulante inglés para que viajara en barco a Europa y realizara estudios de economía en las universidades de Londres, capital de Inglaterra.

Precisamente, en 1875, Genaro y cinco de sus amigos ticos, conocidos como “los inglesitos”, que se habían graduado académicamente durante cinco años en Inglaterra e integraban uno de los últimos grupos de jóvenes que el capitán William Le Lacheur había enviado a Europa, regresan a Costa Rica y traen en sus valijas un arsenal de implementos deportivos para celebrar la primera ‘mejenga’ en el país, de un novedoso juego británico conocido entonces con el nombre de “football”.

  

Los pioneros de introducir el balompié entre los ticos eran de “extracción oligárquica”, según el estudio realizado entre setiembre y octubre del 2019 por el filólogo y genealogista nacional Mauricio Meléndez Obando. En resumen, ellos habían nacido en San José, Heredia, Cartago y Alajuela, y eran miembros de las familias más adineradas de la alta sociedad costarricense y descendientes de poderosos oligarcas y hombres de negocios, dedicados al cultivo y exportación de café.

Esta pintura publicada en la revista deportiva "Triunfo", en los años 80, recrea la primera "mejenga" del fútbol nacional, con la participación de seis estudiantes costarricenses. Se disputó hace 145 años, el 8 de diciembre de 1876, en el costado norte de La Sabana, en San José (dibujo de Rafael Ángel Campos).

Se trata del citado Genaro Morales Gutiérrez (21 años de edad) junto a Roberto Montealegre Gallegos (29), Luis Felipe Quirós Marín (22), Ricardo Salazar Guardia (23), Benito Alvarado Rodríguez (23) y Juan Bautista Quirós Segura (23), efímero presidente de Costa Rica por solo tres semanas en 1919. En la ciudad londinense, los muchachos conciben el plan para organizar en el país un “encuentro inaugural” del fútbol, que guardan en secreto absoluto por varios meses, pues no sabían si recibirían la condena del pueblo y de sus propias familias.

Tras las Fiestas Cívicas de San José, ellos visitan la hacienda de José Cástulo Zeledón Porras, primer naturalista de la historia de Costa Rica, al noreste de La Sabana, en San José, y le proponen la idea a su futura esposa, Amparo López. En dos valijas, los “inglesitos” –así les llamaban– lo ponen todo y en una carreta de bueyes de la hacienda, las envían a la casa de doña Amparo, propiedad que con el tiempo pasa al expresidente de la República, Francisco J. Orlich (1962-1966), y después es la sede de la Defensoría de los Habitantes. Este viejo edificio que estuvo frente al pequeño edificio de la Asociación Nacional de Fútbol Aficionado (Anafa) ya no existe más, pues recientemente fue derribado para construir un restaurante de comidas rápidas. Hoy hay una venta de autómoviles usados, mientras que en La Sabana los ciudadanos se recrean, hacen ejercicio y practican este deporte todos los días.

En aquellos años del siglo antepasado, específicamente en 1875, los seis estudiantes ticos habían traído consigo en sus valijas seis reglamentos, seis bolas, 12 pares de zapatos, tres infladores, 50 cordones, seis cajas de 50 tacos, 12 camisetas, dos sudaderas de portero, 12 espinilleras, 24 rodilleras, dos gorras, cuatro guantes, dos silbatos y 12 pantalonetas.

Hace 145 años, en un día como hoy, el 8 de diciembre de 1876, día de la Purísima Concepción, los jóvenes van primero a misa y posteriormente salen raudos de la iglesia para visitar la casa de José Cástulo Zeledón en La Sabana, para cumplir con la etapa más importante del proyecto original: jugar fútbol en una histórica ‘mejenga’, a escondidas de sus familiares. “Los mozalbetes, en aquella facha, llenos de colorines y con las piernas al descubierto, saltan, corren y flexionan el cuerpo, algo muy parecido a lo que ahora se denomina calentamiento. Doña Amparo, a hurtadillas, seguía todos los pasos de los mozalbetes y no pudo resistir la risa cuando los pudo ver”, de acuerdo a la descripción del historiador Miguel Ángel Ulloa Zamora.

El ciudadano herediano, Genaro Morales Gutiérrez, quien era el menor entre los seis futbolistas pioneros, es el único que retrasa la salida a la “cancha”, ubicada a unos 90 metros de la residencia Zeledón Porras. Además de uniformarse, Genaro tenía que encargarse de amarrar e inflar los balones como experto que era en la materia, pues en la universidad inglesa lo entrena el utilero del equipo deportivo.

Cuando Morales abandona la cochera, llevaba aprisionada entre sus manos la Pike Nº 5, que era, junto a la United, una de las mejores bolas de fútbol que se fabricaban entonces en Inglaterra. Luego Genaro decide patear el balón por alto y, sin proponérselo, pasa a la historia como el primer futbolista de Costa Rica.

–¡Todos a jugar! –gritaron los seis jugadores a los cuatro vientos–.

Aquella primera ‘mejenga’ dura aproximadamente unas dos horas. Así es como el balompié se juega por primera vez en suelo costarricense y se convierte –casi simultáneo con el resto de Europa– en uno de los países precursores de América Latina, a la par de Perú, Argentina, Uruguay, México, Chile y Brasil, donde ya habían organizado sus equipos iniciales en aquellos tiempos y se expande el fútbol con rapidez, bajo la influencia inglesa. El Sheffield FC inglés había sido el primer equipo de fútbol del mundo, fundado en 1857 y reconocido así por la FIFA.

Según reseña el diario “La Prensa Libre”, en publicación del 18 de enero de 1963, Juan Bautista Quirós había sido enviado por su padre a Europa en 1872 para estudiar comercio, específicamente en Londres y París. Poco después de la primera mejenga en diciembre de 1876, Quirós se reunió con sus excompañeros de estudios, Luis Quirós y Roberto Montealegre, y a algunos ingleses que trabajaban en el Banco Anglo Costarricense, para seguir con la práctica del fútbol en La Sabana por las tardes. Como anécdota, en una de esas tardes, autoridades de la Policía de Orden y Seguridad “se los llevan detenidos por vagabundos”.

Todo sucede apenas 13 años después de creada la “Football Association” el 26 de octubre de 1863 en Londres, Inglaterra. Allí surgen el primer reglamento y los pioneros del balompié moderno. Desde aquella fecha, gracias a la fogosidad de los seis jóvenes costarricenses liderados por el herediano Genaro Morales, esta disciplina deportiva se introduce y, oficialmente, hace 145 años, se pone en marcha en el país.

Fuente: Rodrigo Calvo / buzonderodrigo.com

El primer futbolista de Costa Rica, Genaro Morales Gutiérrez. Este ciudadano herediano pateó el primer balón de fútbol en nuestro país, el 8 de diciembre de 1876, en La Sabana, San José (archivo de Rodrigo Calvo)

Juan Bautista Quirós Segura fue uno de los seis jugadores pioneros del fútbol nacional, en 1876. Luego fue presidente de Costa Rica por únicamente tres semanas, en 1919 (archivo de Rodrigo Calvo)


 

 

 

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