Las fuerzas de seguridad de Haití desplegaron un amplio operativo para encontrar a los asesinos del presidente del país, Jovenel Moïse, que murió a tiros en su residencia en la madrugada del miércoles.
El director general de la Policía, Léon Charles, informó al terminar la jornada que, durante un tiroteo con los sospechosos, los agentes mataron a cuatro mercenarios y detuvieron a otros dos.
Charles indicó además que tres agentes que habían sido secuestrados por los presuntos autores del magnicidio quedaron en libertad en el operativo policial en Puerto Príncipe.
El responsable de la policía ofreció la información en una comparecencia televisada en la que participaron también el primer ministro interino del país, Claude Joseph, y otras autoridades.
Los presuntos asesinos fueron interceptados por la policía en un intenso tiroteo en el sector de Pelerin, donde se encuentra la residencia de Moïse, "poco antes de las 6 de la tarde", según adelantó el secretario de Estado de Comunicación, Frantz Exantus, en Twitter.
En la comparecencia, el ministro de Cultura y Comunicación, Pradel Henríquez, reiteró que "los atacantes son extranjeros que hablan español e inglés", pero no aportó datos sobre su nacionalidad o identidad.
El primer ministro interino subrayó que la situación de seguridad del país está "bajo control" y explicó, tras realizarse el informe forense de la muerte, el cadáver del presidente fue trasladado a una morgue en la capital.
En relación al estado de salud de la primera dama, Martine Moïse, también herida en el ataque, Joseph afirmó que se encuentra "fuera de peligro", después de haber sido trasladada a un hospital de Miami, Estados Unidos.