El puerto de Rotterdam, el más grande de Europa, ha visto como el trasiego de droga al viejo continente aumenta año con año. Incluso durante la pandemia las autoridades portuarias holandesas detectaron 40.900 kilos de cocaína. Los esfuerzos de las autoridades parecieran no tener efecto ante los recursos del narco.
En Rotterdam, los narcos están infiltrados en todas las etapas del proceso logístico, según admite el jefe policial del puerto, Jan Janse, quien desde 2014 tiene la responsabilidad de perseguir los delitos que se cometen en el embarcadero.
“Antes hacían un agujero en la cerca o entraban a la zona del puerto escondidos en una caja, sacaban las bolsas de cocaína de un contenedor y se marchaban. Ahora los narcotraficantes controlan todo el proceso logístico”, reconoce. La situación “es mucho peor de lo que la mayoría de la gente cree” porque sus agentes están “casi a diario” resolviendo casos relacionados con drogas.
Los narcos son cada vez más creativos en sus métodos: un envío de coches cargados con drogas, cocaína escondida entre artículos médicos o medicamentos, además de la que camuflan entre ropa, frutas, pescado congelado y otros alimentos.
Para recuperar la droga, las bandas envían a chicos jóvenes, a cambio de un fajo de billetes tentador, para que saquen la mercancía de los contenedores. El año pasado, hubo 152 arrestos de sospechosos por encontrarse en alguna terminal del puerto sin autorización ni identificación.
En algunos casos, los que deben recuperar la droga llegan escondidos en los contenedores y listos para cumplir su tarea, poniendo en riesgo su vida: el oxígeno en el contenedor disminuye en el viaje al puerto y algunas cargas generan gases tóxicos de forma natural y en cantidades mortales.
Pero más allá de quienes se cuelan en las dependencias del puerto, una de las principales preocupaciones de las autoridades holandesas es la “corrupción”, los sobornos a los funcionarios de aduanas que se encargan de decidir qué contenedores deben pasar por el escáner.
“Somos cada vez más conscientes de los puntos débiles y los riesgos gracias a la intensa cooperación” entre las diferentes autoridades, dice el ministro holandés de Justicia, Ferdinand Grapperhaus.
El Gobierno holandés acaba de prometer casi siete millones de euros adicionales para combatir la delincuencia organizada subversiva en este puerto y en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam. Se invertirán en tecnología y en formación del personal para estar más alerta porque la pandemia no ha hecho más que sacar a la luz un problema que siempre han intentado denunciar las autoridades locales.
MÁS INFORMACIÓN
México dona más de 400 mil dosis de vacunas contra el Covid a Guatemala, Honduras y El Salvador
Como el ex NBA Vince Baker perdió $100 millones y terminó trabajando en Starbucks
Daniel Ortega lanza acusaciones contra opositores detenidos y desafía a Estados Unidos
Guardiola deslumbra con su fino reloj de $1.5 millones de dólares