El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reapareció y justificó la detención de hasta 19 opositores en las últimas semanas a falta de cinco meses para las elecciones presidenciales.
Ortega dijo que los detenidos no son candidatos ni políticos, sino "criminales" que quieren "derribar al gobierno".
"Están gritando los enemigos de la revolución, los enemigos del pueblo, que pobrecitos, que cómo es posible que estén detenidos, que estén procesados, y lanzando campañas en contra de Nicaragua", dijo Ortega durante un acto público.
"Y algunos países atreviéndose a atacar a Nicaragua (...) y pedir más sanciones. Allí están de rodillas pidiendo sanciones ante el imperio yanqui. Piensan que con sanciones van a doblegar a Nicaragua. Nicaragua ha pasado momentos más difíciles, mucho más duros", agregó el mandatario de 75 años, quien buscará en noviembre su cuarto mandato consecutivo.
En 2018, una ola de protestas antigubernamentales desató una represión estatal que dejó más de 300 muertos. La violenta respuesta gubernamental llevó a Estados Unidos a incluir en su lista negra a los principales funcionarios nicaragüenses.
En los últimos meses, el Congreso de Nicaragua ha sancionado normas que facilitan el enjuiciamiento de personas por recibir financiación extranjera y por publicar información "falsa".
La Ley 1055, aprobada a fines del año pasado, permite excluir a los candidatos presidenciales si se han pronunciado a favor de las sanciones de Estados Unidos.
El miércoles, Ortega defendió los recientes arrestos asegurando que la justicia de su país no está procesando a "políticos" sino a "criminales" que buscaban un golpe de Estado.
"Es absurdo que los pongamos libres. Todo esto lo estamos haciendo conforme a las leyes. Aquí no es cuestión de que el que tiene más (dinero) no lo puede tocar la fiscalía o la policía porque pertenece a la alta sociedad", aseguró el exguerillero marxista, el líder vivo con más tiempo en el poder en el continente americano.
A pesar de que Estados Unidos y otros países se han mostrado a favor de nuevas sanciones contra la cúpula gobernante, analistas aseguran que podrían ser contraproducentes, al aumentar la pobreza en el país de 6,5 millones de habitantes, avivar la migración y desestabilizar aún más la región.
En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad han detenido a una veintena de personas, incluidos cinco precandidatos presidenciales así como empresarios y periodistas y un banquero.
Todos están acusados de "incitar la interferencia extranjera" bajo una nueva ley del gobierno de Ortega aprobada por el Congreso en diciembre del año pasado para defender la soberanía del país.
Condena internacional
La ley ha sido criticada como un medio de silenciar a los oponentes y evitar las candidaturas de los rivales de Ortega en las elecciones de noviembre.
Los arrestos han aumentado la condena internacional.
En una sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra el martes, 59 países emitieron un comunicado en el que se mostraban "muy preocupados porque las leyes recientemente aprobadas restringen indebidamente la participación política, la libertad de expresión, de reunión y asociación".
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció este miércoles una "nueva fase de represión" en Nicaragua y pidió a la Justicia proteger a los políticos detenidos.
En medio de las denuncias, sin embargo, Ortega dijo que no van a retroceder.
El mandatario fue uno de los líderes del Sandinismo que ayudó a derrocar un régimen autoritario y a tomar el poder en 1979 con el apoyo de la población.
Gobernó hasta 1990 y regresó al poder 2007.
A los 75 años se espera que vuelva a presentarse a una nueva elección en noviembre.
Fuente: BBC Mundo