Uno de los síntomas más complicados del Covid-19 es la afección pulmonar, entre otros. De hecho, algunas de las secuelas que se quedan tras pasar esta enfermedad es la disminución de la capacidad pulmonar, un hecho que se agrava, además, en aquellos pacientes que tienen enfermedades crónicas como el asma.
Para combatir estas secuelas, que en pacientes de Covid-19 son diversas dependiendo de su salud inicial, hay que tener en cuenta que hay diferentes técnicas y tratamientos que deben ser revisados por especialistas con el fin de conseguir una pronta recuperación. Es muy importante, en definitiva, que los médicos valoren las secuelas, así como las capacidades y los valores pulmonares de cada paciente.
Una de las técnicas pioneras a la hora de tratar las secuelas respiratorias que deja el coronavirus es la fisioterapia respiratoria, un proyecto que ha sido impulsado por el Hospital Quirónsalud San José que consiste en valorar, establecer y aplicar los procedimientos y técnicas que, basados en la utilización de agentes físicos y en el conocimiento del sistema respiratorio, curan, previenen y estabilizan las afecciones del sistema toracopulmonar.
Este proyecto, que ha sido liderado por al fisioterapeuta respiratoria Vanesa González, fisioterapeuta del citado centro, junto con un amplio y sólido equipo de profesionales multidisciplinares abarca toda la patología respiratoria como bronquitis, EPOC, bronquiolitis, enfermedades alérgicas, asma, fibrosis quística o patologías de carácter respiratorio relacionadas con las infecciones de la nariz, el oído y la garganta.
Por su parte, Verónica Velaz, fisioterapeuta del Hospital Quirónsalud San José, hace referencia a los beneficios de este tratamiento para superar el Covid-19, ya que se trata de un trabajo conjunto y colaborativo entre neumólogos, internistas y médicos de otras disciplinas para dar un empaque completo y exhaustivo.
“Una de las principales secuelas es la debilidad muscular, la cual es esencial tratar a través de la fisioterapia respiratoria. Por ello, para su recuperación, se necesita la colaboración tanto del médico de cabecera como de los servicios de neumología, alergología e intensivista porque esta especialidad atiende a las afecciones de bronquitis, bronquiolitis, asma y otras afecciones respiratorias”, apunta Velaz.
¿Cómo se trabaja las sesiones de fisioterapia respiratoria?
González, en este sentido, detalla que lo primero que se hace es la historia clínica del paciente, donde se detallará el motivo de la consulta, los antecedentes familiares y personales, así como todos los síntomas que presente en la actualidad.
En la misma línea, explica González, una parte fundamental de la fisioterapia respiratoria “es la prevención y disminución de los síntomas”. Por ello, “entre sus objetivos están el drenaje de secreciones y la desobstrucción bronquial que supondrá un gran beneficio para el paciente asmático, pues optimizará los efectos de la medicación en caso de que lo necesite, reducirá infecciones y evacuará secreciones”.
Ayuda, además, a disminuir los síntomas diarios, a reducir la necesidad de medicación de rescate, a estabilizar al paciente tras la crisis y, por supuesto, favorece la limpieza de secreciones que aparecen tras la crisis, al ceder la inflamación y el broncoespasmo.
Educar a nuestra musculatura respiratoria
No obstante, concluye González, al cuerpo se le puede educar a respirar mejor porque “somos seres de hábitos, ya sean buenos o no tan buenos, y, además, la forma de respirar, como muchos patrones del ser humano, se adquieren de forma inconsciente adaptándose a las necesidades de cada persona”.
Por ello, explica, uno de los principales objetivos de la fisioterapia respiratoria es “la corrección y reeducación consciente del patrón ventilatorio junto con el entrenamiento de la musculatura respiratoria necesario para ello. Por lo tanto, efectivamente, la fisioterapia respiratoria puede educar al cuerpo para respirar mejor.
Intervenciones de fisioterapia respiratoria en pacientes con Covid-19
Los objetivos generales del abordaje en Fisioterapia son: – Preservar y mejorar la función respiratoria. – Mejorar la sintomatología asociada (disnea y fatiga muscular). – Favorecer el drenaje de secreciones. – Mejorar la capacidad funcional. – Prevenir y reducir las complicaciones. – Mejorar la adaptación a las actividades de la vida diaria. – Mejorar la calidad de vida.
Son cuatro los pilares: valoración, plan de educación para la salud, programa de ejercicio terapéutico y Fisioterapia respiratoria. Se realizará una valoración de las necesidades a corto y a medio plazo a través de test sencillos y pruebas. Además de una anamnesis, una valoración de la disnea, fatiga, SpO2 y FC.
La fisioterapia respiratoria tiene como objetivos en estos pacientes:
Optimizar el patrón respiratorio del paciente y disminuir su sensación de disnea cuando esté presente (mediante respiraciones abdomino-diafragmáticas y espiración con labios fruncidos y cambios de posición).
Aumentar los volúmenes pulmonares y mejorar la expansión del parénquima pulmonar, favoreciendo al mismo tiempo la movilidad de la caja torácica: ejercicios de ventilación y expansiones costales.
Favorecer el drenaje de secreciones.
Y por último un programa de ejercicio terapéutico basado en las necesidades que cada pacientes con ejercicios de entrenamiento de fuerza- resistencia, y entrenamiento de resistencia aeróbica.
Fuente: OK Diario