Mientras todos anhelamos el regreso de la normalidad tras un año de pandemia, los Óscar se pusieron impacientes y tienen previsto que la próxima entrega de premios sea presencial. Nada de conexiones virtuales. Nada de Zoom como hicieron otras ceremonias a lo largo de los últimos meses.
Sin embargo, parece que la Academia no meditó muy bien el caos que terminaría provocando.
Hace unos días anunciaron que la 93 entrega de los premios, que tendrá lugar el 25 de abril, no recurrirá a las conexiones virtuales como hicieron los Globos de Oro o los Goya, sino que los invitados que quieran participar deberán asistir en persona. Sin embargo, las restricciones para viajeros, las medidas sanitarias y cuarentenas oficiales según cada país, están haciendo que aquellos que vivan fuera de Los Angeles estén viviendo una verdadera pesadilla logística.
Según medios como Deadline, varios publicistas y ejecutivos de diferentes estudios habrían emitido sus quejas a la Academia, debido a los costes y problemas de cuarentena que supone la decisión de prohibir que los nominados formen parte de la ceremonia en la distancia.
Los productores de la gala, que este año se celebrará en dos lugares en simultáneo -la estación Union en el centro de Los Angeles y el tradicional Dolby Theatre de Hollywood- anunciaron la semana pasada que “no habrá opción de conectarse vía Zoom” y, en cambio, animaron a los nominados a asistir en persona. Pero olvidaron un detalle importante: muchos nominados viven en otros estados y países.
Sin ir más lejos, la cinta nominada a mejor película Una joven prometedora cuenta con al menos nueve nominados viviendo en Inglaterra. Como es el caso de su directora nominada, Emerald Fennell, y su protagonista también candidata, Carey Mulligan. En su caso, el país mantiene una norma estricta de prohibición de viajes internacionales, salvo que se puedan demostrar motivos relevantes como trabajo o salud. No sabemos si ir a celebrar un posible premio entra como excepción, pero lo dudamos mucho. Esta norma se mantendría, de momento, hasta el 17 de mayo.
Además, los representantes de las películas extranjeras nominadas también tienen problemas logísticos para viajar. Sobre todo a la hora de entrar en Los Angeles, donde existe una imposición de 10 días de cuarentena para cualquier recién llegado. Pero hay más. Según The Guardian, más de 200 nominados se encuentran trabajando en producciones que siguen estrictos protocolos de seguridad. Como por ejemplo, la convivencia en equipo manteniendo una burbuja de protección sin contacto exterior o planes de cuarentenas internos que, de ausentarse alguna persona, podría provocar retrasos.
Viendo la bajada de ratings que sufrieron los Globos de Oro y los Grammy, es probable que la Academia quiera reunir a sus estrellas en una misma sala con la intención de atraer a los espectadores al mundo del cine de nuevo. Sin embargo, todo apunta a que todavía no es el momento.
Fuente: cine54.com