Kamala Harris se convirtió este miércoles en la primera mujer y primera persona negra en alcanzar la vicepresidencia de Estados Unidos, pero ella no es la única que rompe siglos de tradición.
Su marido, Douglas Emhoff, más conocido como "Doug", también rompió barreras culturales al convertirse en el primer hombre en ocupar un lugar que hasta ahora solo había sido ocupado por mujeres.
El rol de "segunda dama", como se le dijo hasta ahora a las parejas de los vicepresidentes, está tan atado con el sexo femenino que hasta la llegada de Emhoff ni siquiera existía una versión masculina del término. Tras un período de especulaciones se decidió adoptar el título de "segundo caballero".
Este abogado de 56 años -la misma edad que su esposa- no solo se diferencia de las anteriores segundas damas por ser hombre. Mientras que la mayoría de las esposas de vicepresidentes en el pasado llevaban toda una vida acompañando a sus maridos políticos, Emhoff tiene apenas siete años de experiencia en este campo.
Y es que fue hace poco más de siete años, en 2013, cuando Emhoff conoció a Harris en una cita a ciegas coordinada por la mejor amiga de ella. En ese momento Harris era la fiscal general de California y él tenía un estudio de abogados que se especializaba en derecho corporativo.
Un año después de conocerse, en agosto de 2014, contrajeron matrimonio.
A diferencia de ella, que nunca había estado casada y no tenía hijos, Emhoff se había divorciado seis años antes de su primera mujer, la productora de cine Kerstin Emhoff, con quien tiene dos hijos en aquel momento adolescentes. En un ensayo que escribió para la revista Elle en 2019, Harris describió la relación especial que mantuvo desde el principio con sus hijastros.
"Cole y Ella no podrían haber sido más acogedores", escribió. "Son chicos brillantes, talentosos y divertidos que se han convertido en adultos extraordinarios".
Harris incluso contó que fue su excelente relación con ellos lo que la llevó a decidir casarse con Emhoff. "Yo ya estaba enganchada con Doug, pero creo que fueron Cole y Ella los que me terminaron de enganchar del todo", relató.
También reveló que los hijos de su marido la apodaron "Momala", ya que no les gustaba la expresión "madrastra".
"La familia lo es todo para mí y no puedo esperar a que EE.UU. conozca a mi esposo Doug y a nuestros increíbles hijos Cole y Ella", dijo a sus partidarios durante un acto de campaña en agosto pasado, luego de que Joe Biden la confirmara como su compañera de fórmula.
"He tenido muchos títulos a lo largo de mi carrera y ciertamente ser vicepresidente será genial, pero ser 'Momala' siempre será el que más valor tendrá para mí", confesó.
También ha revelado que mantiene una excelente relación con Kerstin Emhoff, la exesposa de su marido, quien incluso colaboró con su campaña electoral. A pesar de que hasta hace no mucho la vida de Emhoff estaba completamente alejada del mundo de la política, algunos de sus conocidos afirman que le ha tomado el gusto a su nuevo rol.
Durante los primeros años de la relación con Harris, él mantuvo su vida profesional separada. En 2017, un año después de que ella fuera elegida senadora por California -lo que lanzó de lleno su carrera política- él dejó la firma que había abierto en 2000 (y que en 2006 había sido adquirida por el estudio Venable) para convertirse en socio del bufete de abogados internacional DLA Piper, especializado en litigios relacionados con el mundo del espectáculo y la propiedad intelectual.
Por unos años, Emhoff alternó entre las oficinas de DLA Piper en Los Ángeles y Washington DC. Pero su perfil público aumentó en enero de 2019 cuando su esposa lanzó su campaña para convertirse en la candidata presidencial del Partido Demócrata en las elecciones de 2020.
Emhoff participó de forma activa en la campaña, que duró un año, hasta que Harris se dio de baja en diciembre. No obstante, fue la elección de Harris como segunda de Biden, oficializada en agosto de 2020, lo que realmente impulsó a Emhoff a la arena pública. No solo siguió apoyando a su esposa en muchos de sus actos y vocalmente a través de sus redes sociales, incluso empezó a representarla en algunos eventos, realizando discursos en nombre de la campaña Biden-Harris.
Más allá de su género, Emhoff ha respetado algunas tradiciones de las parejas de vicepresidentes. Por empezar, dejó su trabajo: en agosto pasado se tomó una licencia laboral no solo para apoyar a su esposa en su campaña sino también para evitar cualquier conflicto de intereses.
Y tras el triunfo electoral de Biden y Harris, Emhoff siguió los pasos de la mayoría de sus predecesoras y anunció que abandonaba su carrera para dedicarse a sus nuevas funciones como "segundo caballero".
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