La violenta irrupción en el Capitolio de los Estados Unidos provocó cuatro muertos: una mujer dentro de las instalaciones y otras tres personas en Urgencias, según informó la policía de Washington.
La mujer, que formaba parte de la turba de simpatizantes de Donald Trump que irrumpieron la tarde de este miércoles en el Capitolio, ha muerto tras recibir un disparo. La fallecida en la sede del Congreso ha sido identificada como Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea estadounidense y residente en San Diego.
Babbitt era una firme partidaria de Trump, según ha explicado su viudo a WTTG-TV, y su muerte se ha certificado en un hospital de la zona, como ha confirmado el portavoz del Departamento de la Policía Metropolitana de Washington, Dustin Sternbeck. No se han publicado datos de cuántos heridos ha causado un episodio que dejará una mancha en la historia de Estados Unidos. El número de detenidos supera la docena.
En un video publicado inicialmente en Twitter se ve cómo Babbitt, que llevaba una bandera trumpista atada al cuello, sube por unas escaleras dentro del Capitolio justo antes de que se oiga un fuerte disparo y caiga al suelo. Un hombre con casco y un rifle se detiene junto a ella y se oyen gritos de “¡policía!”. Otro individuo, vestido de traje, se acerca a la mujer y le pregunta dónde le habían herido, mientras se ve que sangra por la boca, según los medios locales que han tenido acceso a la grabación antes de que haya sido eliminada de la red social por mostrar un contenido “ofensivo o inadecuado para algunos públicos”.
Las imágenes de decenas de trumpistas que desbordan violentamente los cordones policiales para asaltar el Capitolio quedarán grabadas en la memoria de la nación. Horas antes Trump había animado a sus seguidores en un discurso a “luchar” por el país. “Vamos a ir al Capitolio para dar a los republicanos débiles el orgullo y valentía para que nos devuelvan el país”, sostuvo el presidente saliente. “Si no lucháis con todo dejaréis de tener un país”, agregó ante miles de seguidores obcecados en creer sin prueba alguna que ha existido un fraude en las pasadas elecciones presidenciales.
Las revueltas obligaron a suspender durante varias horas la sesión bicameral para confirmar al demócrata Joe Biden como presidente electo de Estados Unidos. El caos fue tal que el Servicio Secreto se vio obligado a evacuar al vicepresidente Mike Pence y los legisladores tuvieron que buscar refugio en habitaciones protegidas. Miembros de las fuerzas especiales SWAT entraron en el recinto para expulsar a los asaltantes. Una vez controlada la situación, que estuvo desbordada durante horas, los congresistas retomaron de noche la sesión para confirmar la victoria del demócrata Joe Biden.