Fundador de WikiLeaks
La jueza Vanessa Baraitser, del tribunal británico penal de Old Bailey, dictaminó este lunes que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no debe ser extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos por violar su ley de espionaje y conspirar para piratear ordenadores del gobierno.
La resolución, que generó mucha expectativa, se basa entre otros motivos en los graves problemas de salud mental que arrastra el periodista australiano y a la posibilidad de que intente suicidarse. ''La impresión general es la de un hombre deprimido y a veces desesperado que teme por su futuro'', señaló la jueza, y añadió que está convencida de que en caso de tener que enfrentarse a ''condiciones de aislamiento casi total'' bajo la custodia de Estados Unidos, las autoridades no podrían evitar que ''Assange encontrara una manera de suicidarse''.
El juicio de extradición contra Assange empezó en febrero del año pasado en los juzgados de Woolwich Crown Court, junto a la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde está encarcelado desde su detención en abril del 2019 en la Embajada ecuatoriana en Londres, cuando la policía británica lo sacó a la fuerza después de que Ecuador revocara su asilo político. Assange, solicitado por la justicia estadounidense por haber publicado una gran cantidad de información clasificada, dijo en la audiencia preliminar que se negaba a someterse a la extradición y sostuvo que su «trabajo periodístico protegió a muchas personas».
Sus abogados consideran además que el caso tiene motivaciones políticas. El periodista de 49 años se enfrenta a hasta 175 años de prisión en Estados Unidos, acusado de 18 cargos por violar la Ley de Espionaje de 1917 por obtener y publicar ''información clasificada''. Sus partidarios denuncian que este procedimiento supone un grave peligro para la libertad de prensa. Washington lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática.
Estados Unidos, que ya anunció que recurrirá la sentencia, para lo cual tiene 14 días, lo acusa de haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes al publicar en 2010 en Wikileaks 250.000 cables diplomáticos y 500.000 documentos confidenciales relacionados con las actividades del ejército estadounidense en Irak y Afganistán. Entre estos documentos había un vídeo titulado ''Asesinato colateral'' que mostraba a civiles muertos por disparos desde un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.
La defensa de Assange solicitó su libertad provisional bajo fianza, aunque de momento Baraitser ordenó que permanezca recluido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh. Stella Moris, pareja del periodista y madre de sus dos hijos, señaló antes del fallo que los pequeños ''necesitan a su padre'', y acusó a Estados Unidos de destrozar a su familia. Además, declaró que la decisión de extraditarlo sería ''política y legalmente desastrosa para el Reino Unido''.