Mientras varios países inician su masivo programa de vacunación contra la COVID-19, hay mucha información falsa sobre las vacunas, y un experto desea despejar los mitos sobre las vacunas en general.
Las vacunas están entre los fármacos que más se estudian, y las evidencias muestran que son seguras y extremadamente efectivas, según el Dr. Patrick Gavigan, médico de enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital Pediátrico de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State) en Hershey, Pensilvania.
Las vacunas no enferman
"Los efectos secundarios comunes, como la fiebre o el dolor en el lugar de la inyección, que las personas con frecuencia creen por error que son una enfermedad, son la respuesta del sistema inmunitario a los componentes, y en realidad muestran que el cuerpo está desarrollando inmunidad contra el virus o la bacteria", observó Gavigan en un comunicado de prensa de Penn State Health.
Las vacunas no contienen ingredientes tóxicos. El mercurio y el timerosal, un compuesto orgánico que contiene mercurio, ya no se usan en las vacunas infantiles, y tampoco en muchas otras vacunas. Los datos de seguridad muestran que, incluso cuando se incluyen, los compuestos no plantean un aumento en el riesgo de daños, enfatizó Gavigan.
No es buena idea distanciar las vacunas o, en el caso de la COVID-19, retrasar la vacuna hasta que la pandemia acabe.
"En cualquier momento en que las vacunas se distancian, hay un gran riesgo de que se provea un tiempo adicional en que se pueda contraer la enfermedad", aseguró Gavigan.
Ponerse varias vacunas a la vez no debilita a la respuesta del sistema inmunitario a ellas, y no hay necesidad de preocuparse de que el cuerpo no pueda soportar tantas vacunas en un periodo corto.
"La cantidad de antígeno, o proteína del virus, en la vacuna es mucho más baja que lo que uno encontraría si contrajera la infección", explicó Gavigan.
En cuanto a las nuevas vacunas contra la COVID-19, el hecho de que esas vacunas se hayan desarrollado y aprobado con rapidez no debería hacer que las personas se preocupen sobre su seguridad.
Gavigan dijo que "los datos de docenas de miles de personas que participaron en los estudios se han observado exhaustivamente, y las tasas de efectos adversos fueron bajísimas. Esta vacuna parece ser tan segura y efectiva como esperábamos".
La inmunidad natural no es mejor que la inmunidad adquirida mediante vacunas. Los riesgos y consecuencias de enfermarse superan con creces a cualquier protección potencial que pudiera provenir de una infección con el virus.
"Y con la COVID-19, no sabemos que la inmunidad de contraer la infección sea mejor que la vacuna", añadió Gavigan.
FUENTE: Penn State Health