Observar la emisión de radio de las auroras planetarias es el método más prometedor para detectar campos magnéticos exoplanetarios y ver si pueden ser habitables.
Gracias a un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, es posible que en cuestión de años podamos conocer si un planeta tiene probabilidad de ser o no habitable a través de la simple observación.Ellos han desarrollado una tecnología con la que son capaces de detectar los pulsos de radio de los exoplanetas que cuentan con un campo magnético a su alrededor. La labor está enfocada, principalmente, a la búsqueda de exoplanetas habitables o, dicho de otra manera, planetas que orbitan estrellas diferentes al Sol y en los que se puedan dar las condiciones necesarias para la vida humana. Y, ahí, es donde entra en juego la detección de la primera señal de radio de un exoplaneta.
Hace unas décadas, los astrónomos comprobaron que la caída de los niveles de luz de un punto del espacio se correspondía con la presencia de un planeta que, al orbitar, tapaba la fuente de luz, indicando su presencia. Ahora, aplicando un principio similar, un equipo dirigido por el astrónomo Jake Turner ha descubierto, en un nuevo estudio publicado en 'Astronomy & Astrophysics', que las emisiones de radio de los planetas sirven para detectar si cuentan con campo magnético.
"Observar la emisión de radio de las auroras planetarias es el método más prometedor para detectar campos magnéticos exoplanetarios. Este conocimiento proporcionará información valiosa sobre la estructura interior del planeta, el escape atmosférico y su habitabilidad", explica Turner.
Estas señales de radio, conocidas como ráfagas, se producen cuando el viento estelar golpea el campo magnético de un planeta, provocando una variación significativa de su emisión de energía. Pero, hasta la fecha, existía un problema: el ruido que generan las ráfagas de radio provocadas por el campo magnético de la Tierra dificultaba la posibilidad de encontrar estas señales entre exoplanetas. Ahora, el equipo de Turner ha sido capaz de adaptar un sistema, denominado 'programa de canalización BOREALIS', con el que midieron las emisiones de radio de Júpiter y, a partir de ahí, extrapolaron sus resultados para tratar de saber si también funcionaba con un exoplaneta.
Los expertos decidieron probar su sistema con tres exoplanetas conocidos que cuentan con campo magnético: 55 Cancri, Upsilon Andromedae y Tau Boötis. Solo en el último caso obtuvieron un resultado óptimo, con el que consiguieron descubrir que Tau Boötis contaba con unas emisiones en ráfagas de entre 14 y 21 MHz, lo que supone que cuenta con un campo magnético de entre 5 y 11 gauss, algo que también se ajusta a las predicciones que había sobre el exoplaneta.
"El campo magnético de los exoplanetas similares a la Tierra puede contribuir a su posible habitabilidad, al proteger sus propias atmósferas del viento solar y de los rayos cósmicos y dar lugar a que no exista pérdida atmosférica", explica Turner. La primera señal de radio captada de un exoplaneta nos puede servir como una primera aproximación para descubrir si, en un futuro lejano, puede ser un planeta habitable por el ser humano.