George Clooney protagonista de The Midnight Sky, uno de sus últimos filmes en el que también ejerció de director, sorprendía a propios y extraños durante una entrevista concedida al diario The Mirror al hablar del duro trabajo que realizó durante el rodaje de la cinta.
Un esfuerzo que, como la propia estrella relataba, pasó por una radical transformación física que hizo que Clooney perdiera más de 12 kilos. Una abrupta bajada de peso que, como explicaba el esposo de Amal Alamuddin, le pasó factura hasta el punto de que, cuatro días antes del comienzo del rodaje, George tuvo que ser hospitalizado de urgencia con fuertes dolores de estómago.
El diagnóstico no fue menos preocupante que la terrible situación que vivió el actor, antes de conocer los resultados de las pruebas médicas. Clooney sufrió una pancreatitis aguda que le obligó a permanecer ingresado varios días. "Creo que me esforcé demasiado para perder mucho peso en poco tiempo y seguramente no me estaba cuidando", explicaba la estrella del celuloide; "tardé varias semanas en mejorar y, como director, no es tan fácil porque necesitas energía".
El radical cambio de imagen no solo pasó por la sensible pérdida de peso: "Me dejé una barba grande y fea", contaba George, que no evitó relatar una divertida anécdota sobre su gran transformación: "A mi hijo le encantaba porque escondía cosas en ella, de las que yo no sabría hasta que llegaba al trabajo y pensaba, 'oh, hay una paleta atascada en mi barba'". Un nuevo rostro que, como explica Clooney. no agradaba a todos: "Mi esposa e hija se mostraron muy felices cuando terminó porque era muy difícil encontrar una cara debajo de todo ese lío".
La película, que narra la historia de un científico que realiza un estudio en el Ártico, donde tiene su base, y que trata de impedir el regreso de una nave espacial con la que contacta durante su investigación, se realizó en condiciones climatológicas extremas. Algo que, como explica Clooney, también tuvo mucho que ver en la dureza del trabajo del equipo: "Parte del rodaje se realizó en este glaciar en Finlandia, lo que hizo que el trabajo fuera mucho más difícil. Pero ciertamente ayudó con el personaje... Fue divertido". Una diversión que, como hemos podido conocer hoy, le costó un buen disgusto.