Pekín protestó el domingo por el derribo de un presunto globo espía chino que volaba sobre Estados Unidos, y acusó a Washington de “reaccionar de manera claramente desproporcionada” e incurrir en una “grave violación de las prácticas internacionales”.
“China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada”, dejó en claro el ministro de Exteriores chino en un comunicado y lanzó una peligrosa advertencia al asegurar que se reservan “el derecho de dar más respuestas de ser necesario”.
La nave llevaba varios días volando sobre Estados Unidos, aumentando las tensiones entre Washington y Pekín, antes de ser abatida por un misil disparado desde un avión F-22 el sábado, indicaron funcionarios del Pentágono. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, calificó la operación como “una acción deliberada y legal”.
Un breve repaso por el conflicto
Funcionarios estadounidenses anunciaron el jueves que estaban rastreando un enorme “globo de vigilancia” chino en el cielo de Estados Unidos. El reporte llevó al secretario de Estado, Antony Blinken, a cancelar un inusual viaje a Pekín que tenía como fin contener las crecientes tensiones entre ambos países.
Blinken tenía previsto visitar Pekín el domingo para unas conversaciones encaminadas a suavizar las tensiones entre las dos naciones. Se esperaba que sea el primer encuentro de alto perfil desde la reunión que mantuvieron los presidentes en Indonesia en noviembre.
Sin embargo, Pekín reconoció el viernes la propiedad sobre la “aeronave”, pero afirmó que se trataba de un globo meteorológico que había extraviado su rumbo. El ministerio de Exteriores chino dijo el domingo que “solicitó claramente a EE.UU. que manejara la situación de manera calma, profesional y moderada”.
Automáticamente, Washington canceló abruptamente los planes. El Pentágono rechazó esa afirmación, así como la de que no se utilizaba para tareas de vigilancia y tenía capacidades de navegación limitadas.
El artefacto fue avistado sobre Montana, donde está uno de los tres silos de misiles nucleares del país, en la base aérea de Malmstrom, según funcionarios de Defensa. También, el Pentágono reconoció los reportes acerca de un segundo globo que sobrevolaría latinoamérica.
“Ahora consideramos que se trata de otro globo de vigilancia chino”, afirmó el general de brigada Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, en un comunicado.
Operación militar
El presidente Joe Biden dio la orden el miércoles, un día después de recibir el primer informe sobre el globo de China que sobrevolaba el país, y que para el Pentágono era un instrumento de “vigilancia”, enviado a espiar sitios estratégicos. La operación militar, sin embargo, debió esperar unos días, hasta que el globo llegara al Océano Atlántico y pudiera ser derribado sin riesgos.
Un avión de combate de Estados Unidos derribó finalmente con un misil este sábado el globo frente a la costa de Carolina del Sur, cuando todavía estaba dentro del espacio aéreo norteamericano, abriendo un explosivo nuevo capítulo en una crisis que tensó al máximo las relaciones con Pekín.
El Pentágono confirmó en un comunicado que aviones de combate F-22 de Estados Unidos derribaron el globo con un misil siguiendo la orden de Biden, una vez que el globo, que sobrevolaba a unos 60.000 pies de altura, alrededor de 18.300 metros, alcanzó al Atlántico y pudo ser destruido y derribado sin que conllevara ningún riesgo alguno para la población.
Las Fuerzas Armadas y la Guarda Costera pusieron después en marcha una operación para recuperar los restos del artefacto frente a las costas de Carolina del Sur, señaló el gobierno norteamericano, cerca de Myrtle Beach. El ataque forzó el cierre de tres aeropuertos internacionales.