Recientemente Boris Becker, leyenda del tenis, quedó en libertad luego de pasar ocho meses en dos prisiones del Reino Unido tras ser condenado a dos años y medio de cárcel por ocultar su patrimonio monetario e inmobiliario para declararse en bancarrota y no pagar sus deudas.
Ahora, pocas semanas después, volverá a trabajar para un canal de televisión durante el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, desde el 16 de enero.
Boom Boom Becker, que fue deportado a Alemania, su país de origen, comentará el partido central de cada jornada del major australiano por la cadena Eurosport y, allí también, conducirá su propio programa, Matchball Becker, donde realizará distintos análisis del juego en el Melbourne Park.
Becker, número 1 del mundo en enero de 1991, ya había trabajado como comentarista para la cadena de televisión antes de comenzar su condena de prisión en el Reino Unido.
La última vez que trabajó para Eurosport fue hace un año, en el primer torneo de Grand Slam del año, en Australia. Según el periódico alemán Bild, Becker no estará presente esta vez en Melbourne, sino que comentará el torneo desde el estudio de Múnich. El extenista germano, de 55 años, fue reemplazado en Eurovisión durante su etapa en prisión por Mischa Zverev, exjugador y hermano de Alexander Zverev, actual 12° del mundo.
“Estoy contento de que Boris Becker reintegre nuestro equipo Eurosport desde el Australian Open. Desde 2017, Boris es parte integrante de las transmisiones de tenis en Eurosport”, anunció Jochen Gundel, uno de los responsables de la filial alemana de Warner Bros Discovery, la casa madre de la cadena.
Vale recordar que un tribunal de Londres condenó a Becker, a fines de abril de 2022, a dos años y medio de cárcel por no haber declarado correctamente parte de su patrimonio en su procedimiento de insolvencia. Boris recuperó su libertad en forma anticipada a mediados de diciembre, tras 231 días entre las rejas. El resto de su condena queda en suspenso, pero no podrá regresar a su país de adopción al menos hasta que se haya cumplido ese plazo. “Purgó su pena y no es objeto de ninguna restricción penal en Alemania”, expresó el abogado del exdeportista, Christian-Oliver Moser.
Becker, primero, fue detenido en la prisión HMP de Wandsworth, paradójicamente cercana a Wimbledon, donde brilló como tenista. Pero después fue trasladado a la prisión de Huntercombe, al oeste de la capital británica. Luego de unos primeros meses angustiantes y sumamente difíciles, en los que -incluso- algunos presos se quejaron por los supuestos privilegios que allí tenía, Becker encontró algunas acciones más alentadoras sobre su vida sin libertad.
En octubre pasado, el periódico Bild publicó que Boris se entrenaba regularmente en el gimnasio de la prisión, que dejó el alcohol y que había perdido peso. Se conoció que también estaba trabajando como asistente del preparador físico que hay en la prisión y que aporta su mirada sobre el acondicionamiento físico y la psicología, aprovechando su experiencia como excampeón de tenis.
Boris les enseñaba a unos 45 reclusos algunos secretos para el acondicionamiento físico, la nutrición y el manejo de la crisis psicológica en la prisión, que tiene un complejo deportivo con un muro de escalada, un campo de césped artificial y una sala de ejercicios cardiovasculares. También se contó que Becker estuvo instruyendo a otros prisioneros en un “tipo especial de yoga y meditación”.
Tras el período de oscuridad y encierro, Becker realizó publicaciones en sus redes sociales durante los últimos días con enfoques positivos y renovados. “Nuevos comienzos”, escribió en un posteo acompañado por un video en el que parece estar meditando al lado de una cascada.
Fuente: Diario La Nación