En el último mes son cientos los aficionados que se han trasladado hasta Qatar para vivir la pasión del fútbol y algunos han aprovechado para tener la experiencia de tener un paseo en camello. Sin embargo, este atractivo turístico ha provocado que los anules sufran de dolor de espalda.
Los encargados de este negocio se han visto muy beneficiados, ya que algunos llegan a tener 40 carreras al día, es decir, hacer recorridos de hasta 20 horas al día sin tener descanso.
"Está entrando mucho dinero, pero hay mucha presión", dijo Ali Jaber al Ali, un beduino sudanés de 49 años, a la Associated Press.
Y es que el desgaste que han tenido los camellos en las últimas semanas se pueden ver reflejado en la reacción que tuvo uno de estos animales, que llegó a gruñir muy fuerte y asustó a una turista australiana o el caso de otros que se niegan a ponerse de pie pese a las órdenes de su criados.
Por su parte, los activistas han solicitado a los turistas evitar los paseos por el desierto en camellos, ya que si alguno se llega a enfermedad la solución que dan es sacrificarlos.
"Cuando un camello se lastima no se le cura sino que se le mata porque ya no se le considera útil", advirtió la asociación PETA.
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