La eliminación mundialista de Irán a manos de Estados Unidos, su mayor rival geopolítico y deportivo desbordó el fanatismo en el país asiático, toda vez que un aficionado iraní fue asesinado por festejar el adiós de su selección en Qatar 2022.
Las organizaciones de Derechos Humanos internacionales en Irán reportaron que el ciudadano iraní Mehran Samak fue asesinado por policías del estado iraní tras celebrar el triunfo de los norteamericanos.
Según los reportes, a Samak le dispararon en la cabeza tras tocar la bocina de su auto (cláxon) en favor de los los de las barras y las estrellas. El crimen tuvo lugar en Bandar Anzali, a las costas del Mar Caspio y al noroeste de Teherán, capital de Irán.
Las organizaciones de Derechos Humanos aseguraron: “Samak fue un objetivo deliberado y le dispararon en la cabeza las fuerzas de seguridad tras la derrota de la selección nacional contra Estados Unidos” así lo confirmó Iran Human Rights, organización que tiene su sede en Noruega.
Cabe destacar que éste no es el único problema de Derechos humanos en los que se ha metido recientemente el gobierno iraní, que a pesar de los actos en contra de varios sectores de la población, recibió la aprobación de la FIFA para disputar el Mundial.