La misión Artemis 1 ha despegado este miércoles después de dejar atrás los contratiempos técnicos y meteorológicos que han obligado a aplazar el despegue en cuatro ocasiones desde finales de agosto.
Se trata del primer lanzamiento del cohete SLS, el más potente jamás construido, y de la primera misión del programa Artemis, que tiene el objetivo de llevar astronautas de nuevo a la Luna a mediados de esta década.
El cohete despegó del Centro Espacial Kennedy. Su misión es impulsar una cápsula de prueba, llamada Orión, lejos de la Tierra.
Esta nave espacial dará una vuelta alrededor de la Luna en un gran arco antes de volver a casa para aterrizar en el océano Pacífico el 11 de diciembre.
Orión no lleva tripulación, pero si todo el hardware funciona satisfactoriamente, los astronautas subirán a bordo para una futura serie de misiones cada vez más complejas, a partir de 2024.
En esta ocasión, el asiento del comandante en Artemis I está ocupado por un "moonikin" (del inglés "Luna" y "maniquín") que lleva el nombre de Arturo Campos, quien fue clave para traer el Apolo 13 de regreso a la Tierra de manera segura.
El papel de Campos es probar el mismo traje espacial que usarán los astronautas de Artemis durante el lanzamiento, la entrada y otras fases dinámicas de sus misiones.
"Todo lo que estamos haciendo con este vuelo Artemis I, lo estamos viendo a través de la lente de lo que podemos probar y lo que podemos ver que reducirá el riesgo para la misión tripulada Artemis II", explicó el astronauta de la NASA Randy Bresnik.
Actualmente se están planificando misiones hasta Artemis IX
Si todo va según lo planeado, en 2025, Artemis-3 será el primer alunizaje desde la misión Apolo 17, en 1972. La misión también incluirá a la primera mujer astronauta y la primera persona negra en llegar a la Luna.
Llegado ese punto, los astronautas deberían disponer de hábitats y vehículos itinerantes en la Luna.
Pero, en última instancia, la misión Artemis es considerada como un camino de pruebas para llevar gente a Marte.
"El calendario para ello lo fijó el presidente estadounidense (Barack) Obama. Habló de 2033", recordó el administrador de la Nasa, Bill Nelson.
"Cada administración sucesiva ha apoyado el programa y el calendario realista que me han pasado ahora habla de finales de la década de 2030, quizá 2040".