Las cataras del Niágara son una de las grandes maravillas del mundo, están a unos 236 metros sobre el nivel del mar y cuentan con una caída aproximada de 51 metros.
Ahora puedes caminar por debajo de ellas mediante un pasadizo. Y es que gracias a la recuperación de un túnel de 670 metros de longitud que se esconde a 55 metros bajo tierra (que se encuentra en el lado canadiense, en la provincia de Ontario) justo debajo de la histórica planta hidroeléctrica que durante el siglo XX convirtió el poderío de sus aguas bravas en electricidad.
Para poder acceder a este túnel tienes que bajar por un ascensor de vidrio que desciende alrededor unos seis pisos de altura y una vez atravesado el túnel, se abre a una plataforma de observación a orillas del río desde la que puedes ver la catarata Canadiense o Horseshoe, la más grande de las tres.
El túnel, de casi ocho metros de alto y seis de ancho.
Con la apertura de este pasadizo se abre la posibilidad para que los visitantes conozcan de cerca el proceso rudimentario con el que lograron crear la central hidroeléctrica. "Se excavó de forma extraordinaria en 1901 con solo linternas, dinamita rudimentaria, picos y palas", explican en el portal web de Niagara Parks.