El árbitro tunecino, Ali Bin Nasser, del histórico partido de cuartos del final del Mundial de México 1986 entre Argentina e Inglaterra ha comunicado, tras 36 años, que subastará el balón con el que Diego Armando Maradona le dio el triunfo a su país.
El ex silbante pretende subastarla por más de tres millones de euros por el balón y su idea es repartir el dinero con sus hijos.
El anuncio no le ha caído nada bien a ls ingleses y uno de los primeros en dejar claro su descontento ha sido el ex delantero Gary Lineker, que reaccionó con enfado e ironía. "Estoy muy emocionado de que el árbitro le pueda sacar un beneficio económico a su error", dijo antes de sentenciar, "¿Cómo puede ser que el árbitro se haya quedado con el balón? Es un descaro que haya mantenido la pelota en su armario todo el tiempo y ahora vaya a sacar provecho del mayor error de un árbitro en la historia de los mundiales".
Por otra parte, Bin Nasser desea que la persona que adquiera el esférico pueda compartirlo con el público de una y otra manera.
"Espero que el comprador esté en condiciones de exhibir este tesoro de la historia del fútbol mundial o de compartirlo con el público de alguna otra manera", comentó el ex silbatero.
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