Los médicos todavía no tienen claridad sobre por qué el corazón de Christian Eirksen dejó de latir súbitamente, y la búsqueda de esa causa se ha vuelto la prioridad.
El futbolista danés permanece en el hospital bajo observación y sometido a pruebas, después del paro cardíaco que sufrió durante un partido de la Eurocopa el sábado pasado.
"Es una persona de 29 años que estuvo luchando por su vida", explicó a la BBC el profesor Sanjay Sharma, cardiólogo y presidente del comité experto en cardiología de la Asociación de Fútbol de Inglaterra.
"Ahora debemos intentar buscar qué fue lo que ocurrió en realidad".
Eriksen será ahora sometido a complejos escaneos del corazón para detectar sutiles secuelas o anomalías, algo que los controles normales de los corazones de futbolistas profesionales no hayan detectado, señaló el profesor Sharma.
Buscan cualquier cosa sospechosa en la función y estructura del corazón. No obstante, a pesar de los mejores esfuerzos de los médicos, los exámenes no garantizan en un 100% que se puedan encontrar problemas existentes.
"Son condiciones que no siempre se manifiestan en un adolescente o en alguien entre los 16 y 25 años de edad", dice el profesor Sharma.
"Estas podrían no empezar a manifestarse hasta entrados los años 20 o 30".
Algunas veces, las anomalías sólo ocurren cuando los futbolistas están en pleno partido, o podrían estar vinculadas a otra enfermedad que pueda haber estresado el corazón.
En caso de que los problemas puedan ser identificados, algunos pueden remediarse o tratarse, pero otros son irreversibles o incurables.
Posibles causas
El paro cardíaco, como su nombre lo indica, sucede cuando el corazón súbitamente deja de bombear sangre por el cuerpo, desabasteciendo al cerebro de oxígeno y haciendo que el individuo pierda la consciencia y pare de respirar.
Es diferente a un infarto o ataque cardíaco, que ocurre cuando el suministro de sangre al miocardio se interrumpe, muchas veces debido a un bloqueo en las arterias coronarias.
Una de las causas más comunes de paro cardíaco es un ritmo anormal del corazón (arritmia), que puede resultar mortal, según la Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés).
Otras causas incluyen la cardiomiopatía -una enfermedad del músculo del corazón (miocardio) que afecta su tamaño, forma o grosor, que puede ser hereditaria - y la miocarditis aguda, que es la inflamación del miocardio.
"Incidentes inusuales"
Christian Eriksen no es el único futbolista en haber sufrido un paro cardíaco. En 2012, el jugador Fabrice Muamba se desplomó en la cancha y su corazón estuvo parado durante 78 minutos.
Marc-Vivien Foe murió durante un partido de su selección nacional de Camerún contra Colombia a la edad de 28 años, mientras que el exdefensa de la selección inglesa Ugo Ehiogu, luego entrenador del equipo Tottenham Hotspurs, murió en 2017 a la edad de 44.
"El ejercicio extremo pone a los atletas en mayor riesgo porque ellos estresan más sus corazones, y eso aumenta las probabilidades de generar un problema", dice el doctor Zafar Iqbal, director de medicina deportiva del club de fútbol Crystal Palace.
"Pero estos son incidentes muy inusuales", añade.
Un paro cardíaco le puede suceder a cualquiera en cualquier momento, no sólo a futbolistas en buen estado físico.
En Reino Unido, cada semana, mueren 12 personas menores de 35 años por paro cardíaco.
Según la publicación especializada The Lancet, en 2018 el paro cardíaco súbito fue la tercera causa de mortalidad en los países industrializados, con más de 700.000 muertes en Europa y Estados Unidos.
Los corazones de los futbolistas tienden a ser más grandes y trabajar más eficientemente que los de otras personas, lo que los coloca en un grupo de bajo riesgo de tener otros problemas como enfermedad cardiovascular o arterias bloqueadas, que se manifiestan en personas que fuman o tienen mala dieta.
Pero si el corazón se somete a mayor estrés por deshidratación, calor o una enfermedad reciente, eso puede tener un impacto.
"Cada segundo cuenta"
En Reino Unido, cada año ocurren 30.000 paros cardíacos fuera de un hospital, lo que requiere resucitación de emergencia, con sólo una persona que sobrevive de cada 10 afectadas.
El doctor Iqbal afirma que fue crucial que a Eriksen se le diera resucitación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente, seguida de un desfibrilador externo automático (DEA), que es una técnica que todos debiéramos saber hacer.
"Cada minuto que pasa reduce las probabilidades de supervivencia en 10%", señala.
En algunos casos, aplicar RCP puede más que duplicar las probabilidades de salvarle al vida a alguien.
"Cada segundo cuenta cuando alguien sufre un paro cardíaco, entre más de nosotros sepamos como hacer RCP, más vidas se pueden salvar", expresa la doctora Sanya Babu-Narayan, cardióloga especialista y directora médica adjunta de la BHF.
Los desfibriladores se suelen encontrar en sitios de trabajo y lugares públicos como aeropuertos, centros comerciales y centros comunitarios.
Cualquier persona los puede utilizar y los expertos resaltan que no hay manera de poder usarlos mal.
Un desfibrilador sólo emitirá un shock eléctrico si es necesario, después de evaluar automáticamente el ritmo de corazón de la persona.