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Nuevos problemas en prisión para el ex tenista Boris Becker por trato preferencial

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El alemán Boris Becker, leyenda del tenis, vive uno de los momentos más dramáticos de su vida: está en prisión desde abril pasado tras ser acusado de ocultar su patrimonio monetario e inmobiliario para declararse en bancarrota en 2017 y no pagar sus deudas. 

Sin embargo, sus problemas no se detienen allí. Según el diario británico The Sun, otros detenidos en la cárcel HMP Wandsworth -y sus familiares- se quejan porque el triple campeón de Wimbledon estaría recibiendo “un trato preferencial”.

 

A Becker, de 54 años, “le concedieron el trabajo de enseñar ciencias del deporte, una tarea considerada cómoda y que ha molestado al resto de presos y a sus familiares por el trato de privilegio”, publica el medio británico. Y añade: “Una fuente de la cárcel explicó que normalmente servirías años antes de conseguir un trabajo como asistente de clase, ya que se considera un privilegio. Pero Becker recibió el trabajo a las pocas semanas de ser sentenciado... Hay mucho resentimiento y las familias de algunos presos han escrito cartas de protesta”.

El León de Leimen, siempre según el informe de The Sun, enseña la teoría de la educación física y los beneficios del ejercicio y la dieta en un aula de la cárcel, que tiene una alta proporción de reclusos extranjeros. Sin embargo, no está trabajando en el gimnasio de la cárcel ya que “no posee un estatus de recluso mejorado” porque no ha cumplido el tiempo suficiente tras las rejas.

 

La misma fuente agregó: “No es exactamente la vida de lujo a la que está acostumbrado, pero lo tiene mejor que la mayoría de los reclusos”. Becker se enfrenta a la deportación automática al final de su sentencia por no tener la ciudadanía británica. Según el diario The Guardian, un portavoz del Ministerio del Interior británico afirmó que “cualquier ciudadano extranjero que sea condenado por un delito y reciba una sentencia de prisión se considera para la deportación en la primera oportunidad”. Pero el exdeportista germano tiene la esperanza de ser repatriado a Alemania, a más tardar, en noviembre bajo el Programa de Remoción Anticipada del Gobierno. Becker “cree que luego será liberado en la comunidad antes de Navidad bajo el sistema penal alemán más amigable”.

La cárcel HMP Wandsworth, donde está detenido Boris Becker.

Al seis veces campeón de Grand Slam y número 1 del mundo en 1991 se le permitió ver el torneo de Wimbledon por TV en la cárcel HMP Wandsworth, ubicada a solo cuatro kilómetros de donde ganó aquellos tres títulos sobre el césped del All England en 1985, 1986 y 1989.

Seguramente Becker quedó encantado con el título en Wimbledon del serbio Novak Djokovic, su expupilo. De hecho, durante varios partidos el balcánico recibió en su palco del All England a dos de los hijos y a la actual pareja de Boris. “No me he estado comunicando directamente con él, pero sí a través de ellos. Estoy muy contento de haber recibido a su novia y a su hijo, Noah, y también a Elias. Noah y Elias van a visitar a Boris creo que en los próximos días por primera vez desde que fue a prisión. Sólo he estado tratando de brindar apoyo a las personas que lo rodean, a sus personas más cercanas, a los miembros de su familia, porque considero a Boris realmente un miembro de la familia, alguien a quien aprecio, respeto y quiero mucho”, explicó Djokovic en Londres.

Las primeras semanas en prisión para Becker fueron muy incómodas. Dedicó algunas horas a dar clases de inglés a otros presos, pero se conoció que el extenista no tolera el poco espacio que posee en su celda y en varias ocasiones ha pulsado el botón de emergencia, lo que llevó a los funcionarios a decirle que no se encontraba en un hotel. Becker, según el diario Marca, pidió que le dejaran abierta la puerta de la celda. También se ha quejado de la comida y de la falta de higiene del lugar.

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Lilian de Carvalho Monteiro, novia de Becker, con Noah y Elías, los hijos de Boris, durante la reciente visita a la cárcel.

Lilian de Carvalho Monteiro, novia de Becker, con Noah y Elías, los hijos de Boris, durante la reciente visita a la cárcel

Fuente: Diario La Nación Argentina