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El tono del amor cambia en los jóvenes post pandemia

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El amor es todo un arte que evoluciona con el tiempo. Una de las tendencias ahora entre los más jóvenes es vivir un potencial romance de manera pausada, calmada y bajo el lema del clásico y eterno “poco a poco”. ¿O acaso ya se extinguió el tiempo para el amor?

Esa es la pregunta que se hacen en un artículo publicado por el Diario La Vanguardia de España

Al igual que la tendencia slow-living, que aboga por una filosofía de vida lenta en pro del disfrute del ritmo natural de las cosas, las citas slow, pretenden un amor a fuego lento que apuesta por el fluir de forma paulatina, por la vuelta al romanticismo. Es decir, construir la casa por el tejado donde la base de una posible relación de pareja sea la amistad, vibrar en la misma frecuencia y compartir una misma energía que, donde más allá de compartir intereses en común, significa estar a gusto porque sí, y sentirse en confianza.

Nueva era

Romanticismo puro ¿sin engaños?

Estas son las preferencias de casi más del 80% de los jóvenes españoles que se desprenden del último informe realizado por la app de citas adopte. “Cuando la confianza y la comodidad hacen que compartir sea algo natural y fluido, como la mirada cómplice ante un hecho que les une, es cuando se empieza a hablar de romanticismo”, asegura el sexólogo y psicoterapeuta de parejas Raúl Padilla.

En cuestiones de amor, sexo y relaciones humanas, el confinamiento y las reestricciones provocadas por la pandemia hicieron que conocer a alguien nuevo supusiera todo un desafío, sobre todo, por la imposibilidad de ver a la persona en cuestión. Así, las apps se impusieron como un método rápido y eficaz para ligar o chatear con personas.

“Es importante saber qué queremos y qué es lo que quiere la otra persona cuando iniciamos un acercamiento en una red social. Si el interés es una relación a largo plazo debemos darnos un tiempo para conocerla, y mostrarnos tal cual somos para comprobar, si tras el impoluto disfraz de la seducción hay posibilidades y ganas de iniciar algo con cierto calado”, continúa Padilla. De ahí que la honestidad y la sinceridad, o el también llamado hardballing, se imponga como requisito previo e imprescindible en las citas slow.

El estudio explica como los jóvenes están hartos de las citas desechables, de lo efímero, lo superficial o el llamado 'Amor líquido', que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman acuñaba para definir una postmodernidad superflua, y sin valores sólidos, tal y como recoge en su libro Amor líquido (Paidós 2021), desean encontrar ahora ese tiempo para el amor verdadero. Y es que, más allá del “¿Me responderá? ¿Volverá a escribirme? “ existe una fuerza innata y subconsciente que nos empuja a querer comprometernos a amar a alguien y es, simplemente, querer de verdad, saber lo que quieres y entender las apps como herramientas que ayudan a ese fin, como la nueva app de citas, Elate, una app anti-ghosting que aboga por darle alimento a las relaciones que se gestan con intenciones sanas, o al menos, de no desparecer a la primera de cambio.

De hecho, y al contrario de lo que mucha gente piensa, las intenciones profundas de la mayoría de las personas que se conocen en las apps de citas es con la intención de una relación seria y estable, tal y como recoge un estudio que se publicó en el 2020 en Public Library of Science (PLOS).

“El problema es que, a medida que la satisfacción sexual, que alguna vez fue difícil de encontrar, se ha vuelto cada vez más fácil de acceder, las personas han aprendido cuán solas pueden sentirse cuando viven vidas sin amor”, nos cuenta el escritor, conferencista y profesor de Psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Columbia, Andrew Solomon.

El juego de la seducción

¿Y qué pasa con el sexo?

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El juego de la seducción implica la inicial atracción de dos personas que se atraen, y que desean conocer más el uno del otro, porque se presume que será un compañero de vida, de juegos, de viajes y de sueños. Pero ¿qué papel juega el sexo en todo esto? Todo y nada. “La anticipación de las relaciones sexuales en un proyecto a largo plazo puede hacer que la oxitocina producida por los orgasmos trastorne nuestra visión de la realidad y emprendamos una relación que puede convertirse en tóxica al no haber podido ver señales de peligro con el subidón hormonal”, explica.

''Cuando nuestra intención es algo efímero "y lo que surja" podemos dejarnos llevar y hacer que sea algo auténtico aunque sólo sea un momento de placer. Vender que queremos una relación a largo plazo cuando sólo buscamos algo superficial, o acceder a alguien ofreciendo sexo rápido con la intención de iniciar una relación, no procede”, añade.

Si el sexo forma parte de un todo en el proceso de enamoramiento ¿es buena idea “retrasar” ese momento? “Retrasar significa que hay un momento para ello, y lo hay cuando queremos tener algo efímero. Si sentimos que es el momento no hay nada que retrasar, si sentimos presión para hacer algo que no nos apetece debemos valorar si planteamos retrasarlo para poder disfrutar de una relación sexual satisfactoria y deseada: "tener sexo", o bien cedemos para el placer de la otra persona: "hacer el amor"”, argumenta Padilla.

Por su parte, Andrew Solomon agrega que, “muchas personas se sienten solas, incluidas aquellas que tienen mucho sexo, y que el sexo cuando estás solo puede deprimirte. La mayoría de nosotros queremos satisfacción sexual, y la mayoría de nosotros no queremos estar solos”, dice.

¿Por qué no?

¡Sí, quiero enamorarme!

Aunque las nuevas tendencias hablen y ninguna app venga con garantía del “felices para siempre”, lo que sí es cierto es que las apps se imponen como un método eficaz y fiable para posibles relaciones duraderas, según otro informe publicado en el 2019 en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en el que explican cómo te ayudan a hacer un filtro importante sobre lo que, a priori, se busca en una persona.

“Somos clientes y productos en este mercado de las conquistas y de la carne. El exceso de información hace que nuestro cerebro se disperse y empieza a procesar la información de forma superficial y rápida, las prisas no son buenas, y descartamos y aceptamos candidaturas sin tomarnos nuestro tiempo de evaluarlas una a una”, dice Padilla.

Y aunque llega un momento en el que en todo vínculo afectivo es inevitable la relación sexual, “la sexualidad complementa muchas facetas de la vida humana, pero cuando ha habido una construcción de la relación sin un componente como el sexo, tan hormonal, es más posible desandar el camino y volver a una relación afectuosa entre dos personas y que se enamoren, que entre dos que hayan tenido más que palabras en el pasado”, agrega.

“La cuestión es que, muchas personas se vuelven hacia las emociones del sexo en lugar de solo la urgencia física del mismo. Algunos eligen la vida tranquila en pareja y familiar sobre la aventura, y otros son capaces de tener sexo, por un lado, y poner las emociones en otro lado, y es que debemos aceptar que no siempre vamos a encontrar sexo y amor en el mismo lugar por mucho que queramos, y que encontrar sexo y no buscar el amor tiende a decepcionar a la larga”, concluye Andrew Solomon.

Fuente: La Vanguardia de España