La comunidad internacional recibió con preocupación el anuncio del gobierono chino de que estudia limitar las exportaciones de las tierras raras. Una serie de minerales cuyo uso es indispensable para la industria tecnológica y de defensa militar. Aumentando la tensión que mantiene con Estados Unidos en su lucha por la hegemonía económica.
Las tierras raras son una serie de 17 elementos de la tabla periódica. En principio, el término raro no significa que sean escasos, sino que es poco común encontrarlos en su forma pura.
"Su nombre puede llevar a la conclusión de que se trata de elementos que son escasos en la corteza terrestre, pero en realidad no es así. Aunque algunos de ellos sí son efectivamente raros, el nombre se refiere más a la dificultad a la hora de separarlos en metales nativos, como se puede encontrar en la naturaleza la plata nativa. Pero estos minerales se encuentran en todo el mundo", explicó Susana Timón Sánchez, científica titular del área de recursos minerales del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) la medio 20 minutos.
Aunque su uso se ha acelerado en las últimas décadas, se conocen desde el siglo XIX. El primero de ellos fue identificado en 1800, el gadolinio. Estos elementos son:
-Escandio (Sc)
-Itrio (Y)
-Lantano (La)
-Cerio (Ce)
-Praseodimio (Pr)
-Neodimio (Nd)
-Promecio (Pm)
-Samario (Sm)
-Europio (Eu)
-Gadolinio (Gd)
-Terbio (Tb)
-Disprosio (Dy)
-Holmio (Ho)
-Erbio (Er)
-Tulio (Tm)
-Iterbio (Yb)
-Lutecio (Lu)
Su uso se ha potenciado en las últimas décadas para la industria tecnológica. Y es que muchos de ellos se usan en la fabricación de diversos dispositivos, desde teléfonos móviles hasta láseres.
"Son componentes vitales para la industria moderna, por ejemplo el neodimio se utiliza para los imanes de las turbinas eólicas, en loa discos duros de los ordenadores o en los motores de los automóviles eléctricos. El europio se usa junto con el litio para la iluminación , las pantallas de los smartphones y las baterías", comenta Timón Sánchez.
Durante el siglo pasado, los principales centros de extracción de tierras raras se encontraron en Sudáfrica, Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, con la llegada del siglo XXI cambiaron las tornas y actualmente China es la responsable de más del 80% de la producción mundial; el país explota sobre todo sus depósitos en la Mongolia interior.
Le sigue Australia, que se calcula provee el 15% de la producción mundial. Con el aumento de la demanda por estos productos, en muchos países se ha comenzado o reiniciado la explotación de estos materiales.
En Estados Unidos, ante las amenazas chinas, la Administración Trump ordenó en octubre pasado expandir la producción nacional de tierras raras. También celebró un contrato con la principal empresa del sector fuera de China, Lynas Rare Earths, para aumentar la capacidad de procesamiento.
No es la primera vez que China limita las exportaciones de tierras raras. Desde principios de siglo había venido bajando las cuotas de exportación, argumentando razones medioambientales, aunque los expertos creen que en realidad busca impulsar la industria nacional para exportar productos terminados y no simplemente materias primas.
En 2012, la Administración Obama denunció esas prácticas ante la Organización Mundial del Comercio, una demanda a la que se unieron la Unión Europea y Japón. La OMC les dio la razón dos años después, y China tuvo que levantar las restricciones.
Sin embargo, ahora China busca aumentar la regulación sobre esos minerales, y quiere saber si ellos perjudicaría a la industria de Defensa de Europa y Estados Unidos. Según ha reportado esta semana el diario Financial Times, enviados chinos se han acercado a representantes de esa industria para conocer en qué grado estos recortes lastrarían tecnologías vitales para la fabricación de diversas armas sofisticadas, entre ellas, el avión de combate F-35 de EE UU. Cada uno de esos aviones de combate usa unos 417 kilos de tierras raras para su sistema de energía y sus misiles.
De momento, la regulación es un proyecto que introduciría nuevas restricciones a las cuotas de la producción nacional, la gestión de inversiones y la supervisión.
El posible recorte desde China al suministro de tierras raras pondría en aprietos a la industria tecnológica mundial. "Las tierras raras son elementos cruciales para el crecimiento económico de los países industrializados", apunta la investigadora.
Por ello, las tierras raras, junto con otros elementos como el litio o el estroncio, han sido designados por la Unión Europea elementos estratégicos. Timón Sánchez participa desde España en el proyecto Frame, que persigue identificar en el territorio europeo áreas susceptibles de albergar este tipo de minerales. Y es que el suministro de estos metales es vital para la industria, porque no pueden ser fácilmente sustituidos por otros elementos.
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