El estilo de vida "vive rápido, muere joven" ha cobrado un precio trágico en estrellas como Amy Winehouse, Jimi Hendrix y Marilyn Monroe. Murieron a los 20 y 30 años después del abuso de drogas y alcohol. Ahora, un importante estudio de más de un millón de personas ha arrojado resultados que advierten de los peligros del abuso de esas sustancias a los veinte años de edad.
Dicho estudio demostró que los adultos jóvenes tienen hasta nueve veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca prematura si consumen drogas, fuman y beben con regularidad. Los expertos observaron a 1,1 millones de personas en los EE. UU. y compararon su consumo de alcohol, drogas y cigarrillos con las tasas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Descubrieron que cuanto mayor es la cantidad de sustancias que se consumen de forma recreativa, mayor es el riesgo de enfermedad cardíaca prematura.
El vínculo fue aún más pronunciado entre las mujeres. Un total de 143,319 personas padecieron la enfermedad, cuando un ataque cardíaco, angina de pecho o un derrame cerebral ocurre antes de los 55 años en los hombres o los 65 en las mujeres.
Para aquellos que consumían regularmente cuatro o más sustancias, el riesgo era nueve veces mayor. El estudio encontró que los consumidores de cocaína tenían casi dos veces y media más probabilidades de tener una enfermedad cardíaca prematura, mientras que los consumidores de anfetaminas tenían casi tres veces más probabilidades.
Para los que consumían cannabis y otras drogas fue más de dos veces y media. Los fumadores tenían casi el doble de probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca prematura, mientras que para los bebedores de alcohol era del 50 por ciento.
El autor principal, el Dr. Anthony Wayne Orr, de la Universidad Estatal de Luisiana en los EE. UU., dijo: 'Solo somos jóvenes una vez, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantener ese estado mientras podamos. Los estudios sugieren que uno de cada cinco adultos jóvenes hace un mal uso de varias sustancias y que estos consumidores a menudo comienzan a consumir a edades más tempranas, por lo que tienen una peor salud a largo plazo. Estas personas deben ser conscientes de las consecuencias a largo plazo para su salud más allá del riesgo de una sobredosis".
Algunos lamentables ejemplos de este tipo de excesos en el mundo de los espectáculos es el de la cantante Miss Winehouse que murió a los 27 años de intoxicación por alcohol en 2011. El legendario guitarrista estadounidense Jimmy Hendrix, también de 27 años, murió después de un atracón de drogas en 1970, mientras que la actriz estadounidense Marilyn Monroe, de 36 años, murió por una sobredosis de barbitúricos en 1962.
La investigación se publicó en la revista Heart.
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