La relación que una persona puede llegar a tener con su mascota le puede aportar mucho a nivel emocional y psicológico. Esto no es nada nuevo, pero, dado los momentos que está tocando vivir debido a la pandemia, ese apoyo emocional se ha puesto aún más de manifiesto.
Jaume Fatjó, veterinario, etólogo, director de la cátedra de la Fundación Affinity y la Universidad Autónoma de Barcelona y un gran experto sobre el vínculo entre personas y animales de compañía, nos habla de los resultados de este estudio y de por qué las mascotas están siendo tan beneficiosas para sus dueños en estos momentos.
¿Por qué ocurre son un sostén emocional tan importante?
Sobre todo, por algo que ya sabíamos, y es que la casi totalidad de la gente que convive con animales los considera miembros de la familia. También intuíamos que la relación que se establece entre los perros y gatos y los humanos es una fuente de apoyo emocional para las personas con las que conviven. Durante los periodos de confinamiento, sobre todo las semanas más duras de marzo abril, cuando se produjo un cambio brusco en el estilo de vida de las personas, esta función de apoyo emocional no solo se mantuvo, sino que se vio potenciada. Por eso podemos afirmar que los perros y los gatos son una gran fuente de apoyo emocional para las personas con las que conviven, sobre todo, en momentos de dificultad como los que nos está causando la pandemia.
¿Son los mismos beneficios tengas la mascota que tengas?
Los estudios que hemos llevado a cabo durante todo el 2020 los hemos centrado en perros y gatos porque suelen ser nuestro objeto de estudio, pero hay otros estudios llevados a cabo en otros países que sí tienen en cuenta otras mascotas y parece que se mantendrían algunos beneficios. Pero, evidentemente, la intensidad de la relación que tú tienes con un perro, un gato o un caballo no es la misma que se puede tener con un pez de un acuario, por ejemplo.
Entre los beneficios más importantes destacan que se sienten menos solos o que la responsabilidad de cuidarlos les ayuda a seguir adelante. ¿Esto ocurre también sin necesidad de pandemia?
Sí, por lo que te decía al principio, porque son unos beneficios que son inherentes a la relación y al vínculo que tienen las personas y estos animales. Lo que ocurre es que no sabíamos qué pasaría en una situación como la que estábamos viviendo con estos vínculos, y lo que se ha visto es que se han reforzado. De hecho, la gente nos decía que, en los momentos de más dificultad, y debido sobre todo a las restricciones de movilidad, a la falta de contacto social, se ha sentido todavía más apoyada. Y es que, un animal de compañía está siempre contigo, está siempre -o casi siempre- de buen humor, te ayuda a salir adelante para cuidarlo y te ofrece contacto físico. De hecho, la gente nos decía que, durante este periodo, acariciaba más a su mascota.
Acariciar a un gato o un perro, estar acurrucado con él en el sofá… ¿Tiene los mismos beneficios que hacerlo con una persona, con otro ser querido?
Sí, esto está estudiado. Cuando acariciamos o abrazamos a un perro o a un gato se nos activan los mismos mecanismos cerebrales y se liberan las mismas sustancias que cuando tienes una interacción con una persona cercana. Por ejemplo, se libera oxitocina, dopamina… y se reducen los indicadores de estrés. Y esto tiene un efecto muy positivo.
¿Qué tipo de personas aprovechan más estos beneficios?
Lo más interesante que hemos visto en este estudio es que estos efectos positivos son inherentes a la relación sea cual sea la edad de la persona, si esta vive sola o no… De hecho, lo que hemos observado es que las personas que más afectadas se han visto por las consecuencias de la pandemia son las que nos dicen que se han beneficiado más de su compañía. El plus que supone tener una mascota para ayudarte a superar un momento de dificultad es mayor cuanto más afectada está la persona.
Hay muchos estudios sobre cómo está afectando psicológicamente la pandemia y todo lo que conlleva a la salud mental y psicológica de las personas. ¿Hay algún estudio sobre cómo está afectando a las mascotas?
Sí, nosotros hicimos un estudio en la Cátedra el año pasado y lo que observamos es que las mascotas también sufrieron cambios, pero que no se produjo, por lo general, cambios en su comportamiento. Aunque hay que hacer más estudios porque nuestros resultados hablan solo de las consecuencias a corto plazo. Estos cambios no tienen por qué ser negativos, de hecho, para muchas mascotas el confinamiento supuso que estaban mucho más tiempo con sus propietarios y eso tiene una parte muy positiva para la relación, aunque también puede ser fuente de más conflictos. Lo que sí nos preocupa, es cómo estará repercutiendo en la calidad de vida de los animales de compañía. Porque tenemos que aprender a mirar el mundo también desde sus ojos para saber qué necesita para estar bien, para ser feliz … no sólo lo que nos aporta a nosotros.
Como etólogo, que ha investigado mucho la relación entre animales de compañía y personas, ¿por qué crees que es tan especial la relación que pueden llegar a tener las personas con sus mascotas?
Por muchos motivos. Primero, porque el vínculo no lo podemos evitar. Si alguien vive con nosotros, inmediatamente creamos un vínculo emocional. Pero, además, los motivos por los que este tipo de relación atrapa tanto son muchos. Por lo que la gente nos dice, la relación que establecemos con ellos está libre de muchas de las emociones que recibimos de las personas, emociones que nos hacen sentir mal y que son dañinas para la relación. Por ejemplo, un perro o un gato nunca te tendrá envidia, venganza, rencor, no te va a mentir, no te va a juzgar… Imagina una relación de amistad en la que podéis compartir tiempo juntos, tener un vínculo emocional fuerte, que siempre va a estar cuando lo avises, que no te va a engañar, que no te va a dejar por ‘otro’… Esto te atrapa, es irresistible, porque es lo que tienes con un perro o un gato.
¿Hay más interés, a raíz de la pandemia, de adoptar más o ha habido más abandonos?
Nos llegan muchos datos, pero no muy contundentes aún como para sacar conclusiones. Los estudios sobre esto que realiza cada año la Fundación Affinity se suelen presentar a mitad del año siguiente, así que no tendremos datos sólidos hasta dentro de unos meses. Lo que sí sabemos es que la pandemia ha afectado mucho, por ejemplo, a los recursos que necesitan las protectoras para atender a los animales, ya sea en cuanto a donaciones, como al voluntariado.
Para quien esté pensando adoptar un animal para sentirse acompañado, por ejemplo, ¿qué le aconsejarías?
Por supuesto, que convivir con un animal de compañía es una buena idea, pero que es una responsabilidad muy importante. Por eso, antes de dar el paso, hay que reflexionar profundamente sobre lo que significa incorporar un perro o un gato a tu familia, cómo va a impactar en vuestro estilo de vida, a lo que tendrás que renunciar. Sólo si estás dispuesto a ello, adelante.
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