Francia cerrará a partir del domingo sus fronteras con los países exteriores a la Unión Europea "salvo motivo imperioso", para intentar frenar la propagación de la epidemia del coronavirus, según ha anunciado este viernes el primer ministro, Jean Castex.
"Cualquier entrada en Francia y cualquier salida de nuestro territorio con destino o proveniente de un país exterior a la Unión Europea será prohibida, salvo motivo imperioso, a partir del domingo a las 00.00 horas", ha declarado Castex en un discurso televisado desde el palacio del Elíseo, sede de la presidencia.
A nivel interno, el Gobierno de París ha decidido cerrar a partir del domingo las grandes superficies comerciales no alimentarias, de más de 20.000 m2, y volver a imponer controles estrictos en el resto de supermercados para limitar el flujo de clientes.
Francia ha sufrido dos confinamientos a causa del coronavirus, el primero de ellos, al inicio de la pandemia, particularmente restrictivo. Actualmente, el país al norte de los Pirineos ha registrado cerca de 23.000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un nivel más bajo que el de países vecinos, pero aún demasiado elevado para los cálculos del Gobierno. Además, se encuentra ya bajo un toque de queda que fue endurecido en enero, y que se aplica cada día a partir de las 18 horas.