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Directrices de la OMS sobre actividad física y comportamiento sedentario

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Un grupo de expertos en desarrollo de guías revisó evidencia para evaluar las asociaciones entre la actividad física y el comportamiento sedentario para un conjunto acordado de resultados de salud y grupos de población. 

La evaluación utilizó y actualizó sistemáticamente revisiones sistemáticas relevantes recientes; las nuevas revisiones primarias abordaron resultados de salud o subpoblaciones adicionales.

Resultados: Las nuevas pautas se dirigen a niños, adolescentes, adultos, adultos mayores e incluyen nuevas recomendaciones específicas para mujeres embarazadas y en posparto y personas que viven con enfermedades crónicas o discapacidad. 

Todos los adultos deben realizar de 150 a 300 min de actividad física de intensidad moderada, o de 75 a 150 min de actividad física de intensidad vigorosa, o alguna combinación equivalente de actividad física aeróbica de intensidad moderada y de intensidad vigorosa, por semana. 

Entre los niños y adolescentes, un promedio de 60 min / día de actividad física aeróbica de intensidad moderada a vigorosa durante la semana brinda beneficios para la salud. Las pautas recomiendan una actividad de fortalecimiento muscular regular para todos los grupos de edad. 

Además, se recomienda reducir los comportamientos sedentarios en todos los grupos de edad y habilidades, aunque la evidencia fue insuficiente para cuantificar un umbral de comportamiento sedentario.

Conclusión: Estas directrices de la OMS de 2020 actualizan las recomendaciones anteriores de la OMS publicadas en 2010. Reafirman los mensajes de que algo de actividad física es mejor que nada, que más actividad física es mejor para obtener resultados de salud óptimos y proporcionan una nueva recomendación sobre la reducción de los comportamientos sedentarios. 

Estas pautas destacan la importancia de realizar actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular con regularidad y, por primera vez, hay recomendaciones específicas para poblaciones específicas, incluidas las mujeres embarazadas y en posparto y las personas que viven con enfermedades crónicas o discapacidad. Estas pautas deben utilizarse para informar las políticas nacionales de salud alineadas con el Plan de acción mundial de la OMS sobre actividad física 2018-2030. y fortalecer los sistemas de vigilancia que rastrean el progreso hacia las metas nacionales y mundiales.

Colaboración Jorge Lobo