La historia de Eddie Johnson es una de las más increíbles en la NBA y la clara demostración de cómo una vida puede echarse a perder totalmente por malas decisiones.
Lo tenía todo para triunfar el jugador que fuera All Star en dos ocasiones cuando militaba en Atlanta Hawks, en 1980 y 1981. Disputó 10 temporadas en la liga este base de 1,88m de estatura que en el tramo final de su carrera se enganchó a la cocaína e incurrió en delitos que le llevaron a ser arrestado más de 100 veces.
En 2006 fue acusado por violar a una niña de ocho años y cumplía cadena perpetua.
El fallecimiento del ex basquetbolista de los Atlanta Hawks a sus 65 años se produjo en la cárcel, donde se encontraba recluido desde hacía más de 10 años y donde tenía que pasar el resto de sus días.
Según los reportes de la prensa estadounidense de la época, Johnson fue acusado de ingresar a un departamento donde una niña de 8 años estaba en casa sin uno de sus padres. Al parecer, hizo que su hermano menor cerrara la puerta principal, la llevó a un dormitorio, la abusó y le dijo que no se lo contara a nadie. Eso fue tres días después de que, según la justicia, irrumpiera en una habitación de hotel y violara a una mujer de 25 años.