El fútbol turco enfrenta uno de los mayores escándalos de su historia reciente luego de la detención de 21 personas, entre ellas 17 árbitros y altos directivos de clubes, acusados de haber participado en una red de apuestas ilegales que podría haber influido en los resultados de varios partidos del campeonato nacional.
La operación, encabezada por la Fiscalía de Estambul, tiene como objetivo esclarecer las sospechas de “abuso de funciones” y “manipulación de resultados deportivos”.
Entre los detenidos figuran el presidente del Eyüpspor, actual líder de la segunda división turca, así como el propietario del Kasimpasa, club de la Superliga, y un expresidente de la misma entidad, quienes serán interrogados por las autoridades en las próximas horas.
Una red de apuestas en el corazón del arbitraje turco
El caso se suma a una investigación interna de la Federación Turca de Fútbol (TFF), que ya había suspendido la semana pasada a 149 árbitros por apostar en partidos, tanto nacionales como internacionales.
Según reveló la Federación Turca de Fútbol (TFF), una auditoría sobre 571 árbitros realizada a finales de octubre descubrió que 152 de ellos—incluidos 22 que arbitraban en la primera división— “apuestan activamente” en encuentros de fútbol, en una práctica estrictamente prohibida por los reglamentos de la FIFA y de la UEFA.
Los hallazgos de la federación derivaron en la apertura de una causa penal y en la intervención de la fiscalía, que ahora investiga si estas apuestas estaban relacionadas con un posible amaño de resultados o si los involucrados usaban información privilegiada para obtener beneficios económicos.
Crisis institucional y daño a la imagen del fútbol turco
La noticia ha generado una ola de indignación entre aficionados y dirigentes, que temen un golpe irreparable a la credibilidad del arbitraje en el país.
Medios locales reportan que la UEFA y la FIFA ya han solicitado información oficial sobre el caso, ante la posibilidad de sanciones internacionales si se comprueban irregularidades sistémicas.
El presidente de la TFF ha prometido “tolerancia cero ante la corrupción” y aseguró que la investigación continuará “hasta las últimas consecuencias”.
Mientras tanto, el campeonato turco continúa en medio de la incertidumbre, con varios árbitros principales suspendidos y clubes bajo escrutinio.
Un golpe sin precedentes
El escándalo se considera el mayor en el fútbol turco desde los casos de manipulación de partidos en 2011, que involucraron al Fenerbahçe y a otros clubes de la Superliga.
Esta vez, sin embargo, el epicentro parece estar en los árbitros, lo que podría tener consecuencias aún más profundas en la estructura del fútbol del país.
La investigación sigue en curso, pero todo indica que el fútbol turco enfrenta una crisis institucional sin precedentes, con el arbitraje en el centro de la tormenta.
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