El piloto británico de la Fórmula 1, Lewis Hamilton, informó este lunes el fallecimiento de su perro Roscoe, quien siempre lo acompañaba en todas sus carreras y rápidamente se convirtió muy querido por pilotos, equipos y aficionados.
El piloto había informado que su bulldog inglés se encontraba ingresado en una clínica veterinaria al presentar complicaciones respiratorias. Los médicos le detectaron neumonía y, tras varios exámenes, su condición se agravó y su corazón se detuvo por un momento. Los especialistas lograron reanimarlo, aunque Roscoe quedó en coma y necesitó soporte vital por cuatro días.
Hamilton estuvo todo este tiempo al lado de Roscoe, incluso suspendió su presencia en la prueba de neumáticos Pirelli en Mugello. “Los problemas de Roscoe requerían mi presencia, no habría podido concentrarte en el auto sin saber cómo estaba”, señaló el pilotó en su Instagram.
No obstante, tras varios días complicado, el piloto anunció que su fiel amigo había fallecido.
“Después de cuatro días en cuidados intensivos, luchando con cada pizca de fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y decir adiós a Roscoe”, escribió Hamilton.
“Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo. Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado, y siempre apreciaré los recuerdos que hemos creado juntos”, añadió.
Hamilton también señaló que la decisión de dormir a su perro fue dolorosa y que ahora siente una conexión con todas las personas que han pasado por un momento similar.
Por último, agradeció a todas las personas que mostraron su apoyo a Roscoe a lo largo de los años.
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