BUSCAR EN EVERGOL

 

Jesucristo con su venida al mundo según la fe de sus seguidores, es un personaje único que atrapa a sus millones de seguidores a lo largo de la historia.

Religiosos e intelectuales se han hecho múltiples preguntas en más de 2000 años desde la descripción de su llegada.

El mundo en tiempo de Jesús

Cuando Jesús de Nazaret nació en algún punto entre el año 6 y 4 a.C., el mundo era un lugar muy distinto  y lejano al que conocemos.

La noción del mundo era muy reducida , habían lugares por descubrir, aún se creía que la tierra era plano, la población probablemente no era mayor a 300 millones de habitantes, hoy son más 8000 mil millones.

América era un continente completamente desconocido para los pueblos de Europa, Asia y África. Y aun así, en una pequeña aldea del Oriente Medio, comenzaba a gestarse un mensaje que cambiaría la historia de la humanidad.

Un mundo poblado… pero aislado

La población mundial rondaba entre 200 y 300 millones de personas, según estimaciones históricas. La mayoría vivía en Asia (especialmente China e India), mientras que regiones como Europa, Medio Oriente y el norte de África concentraban grandes centros urbanos del mundo antiguo. América, aunque desconocida para los europeos, ya tenía civilizaciones avanzadas como los mayas, olmecas y nazcas.

En lo que hoy es Israel (entonces Judea, una provincia del Imperio Romano), se estima que vivían entre 500,000 y 1 millón de personas. Era un territorio políticamente agitado, sometido a Roma, pero con una fuerte identidad religiosa y cultural.

El dominio del Imperio Romano

Cuando Jesús nació, el emperador era César Augusto, y Roma estaba en pleno apogeo. Controlaba vastas extensiones de Europa, el norte de África y Medio Oriente. Era un mundo de caminos pavimentados, comercio, esclavitud y opresión. Pero también de intercambio cultural.

Roma permitió cierta autonomía religiosa en Judea, pero impuso tributos, gobernadores (como Poncio Pilato) y una fuerte presencia militar. Era una época de resistencia y tensión política, especialmente entre grupos judíos que esperaban la llegada de un Mesías libertador.

¿Qué idioma hablaba Jesús?

Jesús hablaba principalmente arameo, la lengua común del pueblo judío en ese tiempo. También es probable que conociera algo de hebreo (lengua litúrgica y de las Escrituras) y griego, ya que era el idioma del comercio y la cultura en muchas partes del imperio.

El arameo fue durante siglos la “lingua franca” del Medio Oriente, pero comenzó a desaparecer gradualmente con la expansión del árabe tras la conquista islámica, aunque algunas comunidades cristianas orientales aún lo preservan en formas litúrgicas (como el siríaco).

Religión y sociedad

El judaísmo estaba fragmentado en varios grupos:

  • Fariseos: expertos en la ley, muy influyentes entre el pueblo.
  • Saduceos: aristocracia sacerdotal, aliados del poder romano.
  • Esenios: comunidad más apartada, monástica.
  • Zelotes: activistas que buscaban la liberación armada de Roma.

Jesús, sin alinearse con ninguno, confrontó sus excesos y llamó a una vivencia más profunda de la fe. Su mensaje fue revolucionario: amor al prójimo, perdón, misericordia y esperanza, incluso para los marginados y enemigos.

Tecnología, ciencia y creencias

En ese tiempo:

  • No se conocía el telescopio ni se creía que la Tierra era redonda (aunque algunos griegos como Eratóstenes ya lo sospechaban).
  • La medicina estaba dominada por supersticiones.
  • Las creencias eran profundamente religiosas o mitológicas.
  • Los viajes eran lentos y peligrosos, y la escritura se hacía en papiros, tablillas o pergaminos.

América: un mundo invisible

Mientras todo esto pasaba en el “Viejo Mundo”, en América florecían civilizaciones como la maya (en Mesoamérica), con calendarios avanzados, arquitectura imponente y sistemas políticos organizados. Pero ni Roma, ni Jerusalén, ni nadie en Asia o África tenía la menor idea de su existencia.

Particularidades sorprendentes

  • La mayoría de la gente no sabía leer ni escribir.
  • Las cartas eran transportadas a pie o a caballo.
  • Se creía en múltiples dioses en muchas culturas; el monoteísmo judío era una rareza.
  • Jesús nunca salió de su región (Galilea, Samaria, Judea), y sin embargo, su mensaje trascendió fronteras, idiomas y siglos.
¿Cómo era realmente Jesús? Una reconstrucción histórica y humana

Etnia y origen:

Jesús era un judío semita galileo, nacido en una región al norte de Judea, caracterizada por una mezcla de influencias judías tradicionales y una presencia notable de cultura helenística. Su familia pertenecía al pueblo de Israel, con profundas raíces religiosas.

Color de piel y rasgos físicos:

  • Piel morena oscura o cobriza, típica del Medio Oriente antiguo.
  • Cabello negro o castaño oscuro, ondulado, probablemente corto y con barba, como dictaban las costumbres judías.
  • Ojos oscuros, rasgos semitas (nariz prominente, rostro alargado).
  • Posiblemente de 1.60 – 1.70 metros de estatura, algo bajo para los estándares actuales, pero promedio para su época.
  • Su cuerpo habría sido fibroso y resistente, por caminar cientos de kilómetros y trabajar con las manos (era carpintero).

Condición física:

  • Muy probablemente delgado pero fuerte, acostumbrado al trabajo manual y a largas caminatas.
  • No era rico, por lo que su alimentación habría sido modesta: pan, pescado, aceitunas, legumbres y agua o vino diluido.

Educación y nivel cultural:

  • No pertenecía a la élite rabínica ni sacerdotal, pero como todo varón judío, sabía leer la Torá y participaba en la sinagoga. Esto sugiere que recibió una educación religiosa básica, quizás más profunda de lo común, dado su sabiduría precoz (Lucas 2:41-52).
  • Hablaba arameo (lengua materna), entendía hebreo (para leer las Escrituras) y probablemente algo de griego, ya que era lengua común en el comercio y cultura.

Modales y presencia:

  • Era reconocido por su autoridad natural al hablar, pero no por apariencia física destacada (Isaías 53 menciona que “no había parecer en él que atrajese”).
  • Mostraba modales suaves, compasivos, firmes cuando era necesario, y una empatía poco común con marginados, enfermos, mujeres, y extranjeros.
  • Tenía un sentido del humor sutil, usaba parábolas, ironía y sabiduría popular.

Cultura y visión del mundo:

  • Vivió dentro del marco de la religión judía, pero rompía con tradiciones legalistas.
  • Conocía bien las tensiones políticas y sociales de su época (ocupación romana, disputas entre fariseos, saduceos y zelotes).
  • Fue un líder contra-cultural, cercano al pueblo, pero incómodo para el poder político y religioso.

Personalidad:

  • Cercano y humano, pero profundamente espiritual.
  • Carismático, aunque no buscaba aplausos.
  • Sereno, pero con fuerza moral. Capaz de indignarse con la injusticia (como en el Templo), pero también de llorar (como en Betania).

Este retrato busca bajarlo de la nube de la iconografía europea (piel blanca, ojos azules) y mostrarlo como el hombre real, hijo de su tierra y su tiempo, cuyo impacto cruzó siglos y fronteras.

MÁS INFORMACIÓN

© 2017 Un Equipo Adelante, San Rafael de Alajuela, Comercial Udesa Sport. Todos los derechos reservados Los derechos de propiedad intelectual del web everardoherrera.com, su código fuente, diseño, estructura de navegación, bases de datos y los distintos elementos en él contenidos son titularidad de Un Equipo Adelante a quien corresponde el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de los mismos en cualquier forma y, en especial, los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación. El acceso y utilización del sitio web everardoherrera.com que Un Equipo Adelante pone gratuitamente a disposición de los usuarios implica su aceptación sin reservas.