Hoy en día, cada vez son más las personas que se aventuran a bajar de peso a través de distintas dietas, una de ellas es el ayuno intermitente.
Sin embargo, atentos, porque no todas las personas podrían beneficiarse de esta opción.
Hay varios tipos de ayuno intermitente: hay uno que corresponde a una ingesta de tiempo restringido. Es decir, horas de ayuno/horas de ingesta (16/8, 20/4); Hay otro que es el ayuno del día alterno → un día de ayuno seguido de un día de ingesta (sin compensación); y ayuno del día entero → 1-2 días de ayuno por semana (5:2). Pero es importante advertir que no a todas las personas se les recomienda iniciar este tipo de ayunos, por lo tanto, hay que informarse muy bien acerca de algunas condiciones de salud y circunstancias en las que puede ser especialmente desaconsejado.
¿Quiénes no deberían hacerlo?
– Personas con un historial de trastornos alimentarios (anorexia nerviosa o bulimia), ya que el ayuno intermitente puede desencadenar patrones de comportamiento alimentario poco saludables o agravar estos trastornos.
– Personas con diabetes tipo 1 o diabetes avanzada, ya que el ayuno puede afectar la regulación del azúcar en la sangre y aumentar el riesgo de hipoglucemia.
– Personas con problemas de tiroides no controlados, ya que el ayuno puede afectar la función de la tiroides y agravar los síntomas.
– Mujeres embarazadas o que estén amamantando, ya que el ayuno puede afectar negativamente el desarrollo fetal o la producción de leche materna.
– Personas que toman ciertos medicamentos, como anticoagulantes o medicamentos para la presión arterial, ya que el ayuno puede afectar la forma en que estos medicamentos funcionan en el cuerpo.