Aunque la mayoría de los expertos en salud y nutrición destacan el huevo por sus multiples beneficios, este alimento también ha sido cuestionado por sus efectos en el colesterol.
Para abordar este mito, Nick Norwitz, doctor en metabolismo por la Facultad de Medicina de Harvard, llevó a cabo su curioso experimento.
¿Qué arrojó la investigación del doctor que comió 720 huevos en 30 días?
Con su reto, el científico buscaba demostrar que, a pesar de su alto contenido en colesterol, el consumo de huevos no es perjudicial para la salud cardiovascular.
Norwitz decidió ingerir 24 huevos al día, lo que equivale a un huevo cada hora durante un mes.
Este consumo diario representó aproximadamente 133 gramos de colesterol, una cantidad muy por encima de las recomendaciones habituales. Sin embargo, al final del experimento, sus resultados médicos sorprendieron: sus niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, disminuyeron un 18%.
Según explica el Instituto de Estudios del Huevo, el colesterol presente en este alimento es esencial para el desarrollo de la vida y, de acuerdo con numerosos estudios además del experimento de Norwitz, este colesterol no presenta mayor riesgo cardiovascular.
Los huevos son un alimento accesible y extremadamente versátil, fácil de incorporar en cualquier comida.
Desde tortillas en el desayuno hasta ensaladas con huevo duro o quiches en la cena, su valor nutricional es indiscutible.
Además de ser una excelente fuente de proteínas, los huevos contienen vitamina D, crucial para la salud ósea, y colina, importante para el funcionamiento cerebral.
Como explica el Instituto de Estudios del Huevo, el colesterol dentro del huevo es necesario para que la vida se desarrolle. El origen de esta creencia de que era malo comer huevo si teníamos problemas con los niveles de colesterol está en pensar que este venía directamente del colesterol que comíamos como parte de la dieta.