Una figura de acción de 1979 que nunca llegó a comercializarse oficialmente se convirtió en el juguete antiguo más valioso jamás vendido en una subasta, con una puja final con la que se podría comprar una casa de tres dormitorios y dos baños en muchas partes de Estados Unidos.
La figura de acción de Boba Fett, inspirada en el cazarrecompensas de "La guerra de las galaxias", fue adquirida en Dallas por un comprador anónimo por $525.000, según anunció Heritage Auctions este lunes.
Destronó a Barbie del puesto número 1 que ocupaba desde 2010, cuando una versión de la icónica muñeca con un collar de diamantes reales se vendió en una subasta de Christie's por US$ 302.500.
Los costosos esfuerzos de los coleccionistas por hacerse con juguetes específicos son habituales en este nicho de mercado, que puede ser lucrativo, pero en el que los precios son opacos y volátiles y muchas de las operaciones más caras se negocian en privado entre aficionados.
Parte de lo que hace que casi cualquier mercado de objetos de recuerdo sea tan especulativo e inestable, especialmente uno basado en el entretenimiento, es que se rige por el sentimiento y la nostalgia.
Quienes crecieron jugando con las primeras figuras de acción de los años setenta y ochenta tienen ahora dinero para gastar en algunos de los juguetes que tuvieron (o no pudieron tener) de niños, y muchos aficionados están dispuestos a invertir mucho dinero en raros juguetes antiguos.
"Tengo más ingresos disponibles ahora que cuando coleccionaba juguetes de niño", afirma Justin Caravoulias, director de consignación de Action Figures & Toys en Heritage Auctions, cuya propia colección incluye una serie de figuras de acción de G.I. Joe de los años 60 hasta la actualidad.
"La gente de mi edad tiene ingresos disponibles para decir: 'Quiero esa figura de Rambo de 100 dólares, quiero esa figura de Hot Toys Star Wars de 400 dólares o, oye, quiero la figura de Boba Fett de 525.000 dólares'.
Así que la gente que ha crecido con ello ha madurado hasta el punto de poder gastarse dinero de verdad en estas cosas".
Y aunque esa vieja caja de juguetes en el fondo del armario llena de muñecos destartalados de He-Man, Batman y Barbie casi seguro que no valdrá tanto como el Boba Fett del premio gordo, los adultos de hoy gravitan cada vez más hacia la compra de juguetes para ellos mismos, lo que quizá dinamice nuevos mercados de coleccionismo más adelante.
El juguete que nunca fue
El "Cohete Fett", como se le llama a veces, formaba parte de una promoción por correo del fabricante de juguetes estadounidense Kenner, que había vendido juguetes populares de propiedades como "La guerra de las galaxias" y "Batman".
La promoción consistía en enviar por correo una figura de Boba Fett con un lanzacohetes en la espalda a todo aquel que demostrara haber comprado cuatro figuras de acción de "La guerra de las galaxias".
Sin embargo, Kenner decidió finalmente colocar el cohete de plástico en el juguete porque suponía un riesgo de asfixia para los niños. Las figuras venían con una "Nota a los clientes" de la empresa en la que se explicaba el cambio.
Aunque no se enviaron juguetes con cohetes, algunos empleados de Kenner los salvaron antes de que la empresa destruyera sus existencias. El comerciante de juguetes Brian Rachfal, que representó al vendedor en la subasta de Heritage, calcula que hay unos 100 modelos de varios tipos que disparan cohetes en circulación entre coleccionistas de juguetes antiguos y aficionados.
Algunos han llegado incluso a localizar a antiguos empleados de Kenner para comprar los modelos que salvaron, una tenaz determinación típica de muchos mercados de coleccionismo en los que siguen reinando los tratos interpersonales.
Fuente: CNN es Español