La inflación de los alimentos en Estados Unidos está arrastrando a la gente a adoptar hábitos de 'supervivencia'.
Más de una cuarta parte de los estadounidenses (un 27%) sacrifica un plato de comida ocasionalmente en un esfuerzo por llegar a fin de mes, dice una nueva encuesta publicada por la multinacional de servicios financieros Credit Karma.
Para hacer frente a los altos precios en el supermercado, muchas personas han comenzado a comprar sus alimentos en tiendas de descuento (37%), mientras que otras (un 26%) recurren a comprar comida poco saludable porque es lo único que pueden permitirse, dice Credit Karma, que encuestó a más de 2.000 adultos en la segunda semana de mayo.
Los consumidores que todavía se resisten a cambiar sus antiguos hábitos de compra para poner comida en la mesa optan por sacrificar otras necesidades básicas, como por ejemplo el alquiler o las facturas del hogar (un 28%), mientras que más de una cuarta parte (27%) admite saltarse algunas comidas.
Cupones y organizaciones caritativas
Otro 18% dijo a Credit Karma que ha solicitado o ha considerado solicitar cupones de alimentos, y el 15% depende o ha considerado depender de los bancos de alimentos. Los bancos de alimentos son organizaciones caritativas que reciben donaciones por parte de individuos o compañías para luchar contra la inseguridad alimentaria en las comunidades.
El informe no ve como una sorpresa que las personas se vean obligadas a sacrificar otras necesidades básicas, ya que alrededor de un tercio de los estadounidenses (32%) dice que gasta más del 60% de sus ingresos mensuales en facturas, alquiler y comestibles, y otro 21% gasta entre el 46% y el 60% de sus ingresos mensuales en artículos de primera necesidad.
Para muchos, la ayuda del gobierno no es una opción: más de la mitad de los encuestados (53%) dijeron que ganan demasiado dinero para calificar en estos programas, que les permite acceder a cupones de alimentos, pero no lo suficiente para cubrir sus necesidades.
Los expertos de Credit Karma creen que la incapacidad para costear una buena alimentación también podría estar afectando la salud mental de los estadounidenses, ya que el 21% de los encuestados afirmó sentir vergüenza en admitir que no pueden pagarlos.
Es una situación “precaria”
“La inseguridad alimentaria es un problema importante en este país, millones de estadounidenses no tienen suficiente comida para comer o no tienen acceso a alimentos saludables”, dijo Courtney Alev, defensora financiera del consumidor de Credit Karma.
Alev calificó de “precaria” la situación alimentaria por la que atraviesan los hogares estadounidenses, especialmente aquellos de bajos ingresos. El Nivel Federal de Pobreza (FPL), una directriz ampliamente utilizada por el gobierno para medir los índices de pobreza en EE. UU., define los ingresos bajos en US$ 14.580 anuales para una persona y US$ 30.000 para una familia de cuatro.
La inflación de los alimentos ha demostrado ser persistente en los últimos años, con un aumento de los precios del 25% desde el inicio de la pandemia. Según Credit Karma, el 44% de los estadounidenses informa sentirse “financieramente inestable”, sobre todo las familias con ingresos de menos de US$ 50.000 dólares (56%).
"Si bien estamos viendo señales tempranas de alivio de la inflación en el caso de los alimentos, los estadounidenses todavía enfrentan costos crecientes para otras necesidades como el alquiler y la gasolina, lo que podría estar contrarrestando su camino hacia la estabilidad financiera”, dijo Alev en el informe.
Los sentimientos de inestabilidad financiera se derivan del creciente costo de vida que ha provocado que más de la mitad de los estadounidenses (55%) se endeuden. La mayoría de los consumidores (80%) dicen haber notado el aumento más notable en los alimentos, seguido de la gasolina (51%), las facturas (cable, electricidad, Internet) (39%), la vivienda y salir a cenar (ambos 27%).
Aunque siguen siendo más altos que hace un año, los precios de los comestibles registraron una discreta caída de un 0,2% de marzo a abril, ajustados según las variaciones estacionales, según datos de la inflación publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales. En los últimos 12 meses hasta abril, los precios subieron un 1.1%, pero la inflación general durante ese periodo fue mayor, un 3.4%.
Fuente: Yahoo Finanzas