El Santacruceño recordó su paso como futbolista profesional, además, reveló una faceta desconocida de una ex figura del fútbol nacional.
Mario Guadamuz, reconocido por muchos al ser el coordinador de los toreros improvisados de las fiestas que se viven en Palmares en este fin y principio de año, quien además tuvo un paso por el fútbol costarricense en equipos como la Universidad de Costa Rica, Turrialba, Goicoechea y Santa Bárbara.
El "Patrón" Guadamuz; para algunos será un nombre más, otros lo asocian de inmediato con las corridas de toros, ya que tiene 30 años de andar de redondel en redondel, y otros lo recuerdan corriendo, tras un balón, porque fue jugador en Segunda y Primera División.
Este santacruceño sintió la pasión por los toros desde muy pequeño, recordó que vivía a 200 metros de donde se hacen las fiestas de Santa Cruz y se metía al redondel de toros. El fútbol le dio oportunidad en Segunda División y Mario afirmó que nunca olvidó su pasión por el ganado taurino.
“Cuando jugué en Primera División, trataba de pasar desapercibido cuando podía ingresar a una corrida, me ponía una capucha para no ser reconocido”, afirmó Guadamuz, quien en el año 2000 colgó los botines y se metió de lleno a su otra pasión: los toros.
Guadamuz contó que en su época de futbolista, cuando ingresaba a los redondeles con una capucha para no ser reconocido entre los toreros improvisados, contó que otro jugador de primera división hacía lo mismo: “Alejandro Alpízar siempre se metía a los toros, yo creo que nadie se dio cuenta, pero siempre llegaba. Era titular en las corridas, se ponía máscara y me decía, ‘mae, no diga nada’. Era de los buenos que estuvo con nosotros”, aseguró el coordinador.
Mario Guadamuz es el coordinador de los toreros improvisados en las corridas que se efectúan en Palmares, pero se dedica más que todo a atender a los afectados por las embestidas de los toros dentro del redondel.
Pero ¿por qué los toreros improvisados le tienen tanto respeto a Mario Guadamuz y le dicen el patrón? Mario, quien empezó como delantero y terminaría su carrera como lateral derecho, se refirió a su nuevo apodo: El ‘patrón’: “Patrón solo hay uno que es Dios. No me gusta que me digan así, pero ellos insisten, porque me ven como un líder y un instrumento que Dios utiliza para ayudarlos”, expresó Mario, quien les colabora en las corridas para que puedan ganar algo de dinero" expresó.
En Palmares hay 60 improvisados y Mario consiguió un lugar para que todos duerman y vivan mientras duran las fiestas de fin y principio de año: “Yo me quedo con ellos, estamos juntos. Es como un galerón y aquí hice cuartos, camarotes para todos. No voy a estar en un lugar cómodo y ellos no. Estamos en las mismas condiciones, ellos me respetan, los respeto y no hago diferencias. A veces alguna gente cree que son personas de mal y no es así”, indicó.
Guadamuz es sinónimo de ayuda y una persona que tiende su solidaria mano a estas personas "improvisadas" quienes arriesgan su vida todos los días para el show taurino de fin y principio de año.